Elección del STJ de Río Negro: Para Mucci, “hace falta perfiles de gente común”

Cinco mujeres se inscribieron para la elección de dos jueces de la Corte rionegrina, que se realizará el 30 de junio. Mucci, de Viedma, es una de ellas.

Silvana Mucci, que integra la Justicia rionegrina desde hace 18 años, y participará por la vocalía del STJ, confiando que su presencia puede aportar otra “sensibilidad, contacto con la gente y consenso social” que “está faltando”. Entiende que en la integración “hace falta perfiles de gente común” y, en “su pluralidad”, “es necesario la paridad de género”.

Ingresó como referencista en el 2003 y, hoy, con 54 años, es la secretaria de Gestión y Acceso Judicial. Contó que su postulación tuvo el impulso de “distintas personas del Poder. Inicialmente, no lo pensaba porque estoy bien donde estoy. Pero, me entusiasmé y cumplo con las competencias y diligencias exigidas. Así, que lo hablé con el STJ “.

Se emociona al valorar, entre los avales recibidos, “aquellos de adentro”, como el personal de “los juzgados de paz” o de Casa de Justicia. “Les dije que se exponían y aun así lo hicieron. Esa actitud me emociona porque no es común en el Poder Judicial”.

Vincula esa situación de “generosidad” y “humanizada” para ratificar su decisión de presentarse por el cargo en el STJ. “Esta sensibilidad, el contacto con la gente y el consenso social es lo que está faltando”. Esta falencia -agregó- “no es propia de la Justicia rionegrina sino que la misma conformación y diseño constitucional otorga al Poder un déficit de legitimación, en términos populares, porque no es electo”.

Hace falta perfiles de gente común. Hay que conocer las necesidades de las personas. Sería una forma de acercarse a la gente».

Silvana Mucci, de 54 años, inscripta en Viedma para jueza del STJ.

¿Y cómo se logra eso desde el STJ? Se lo consigue -dijo- con los “perfiles de las personas que lo integran”. Emparenta “nuestro sistema con el de la Corte de EE.UU., que fue logrando empatía y legitimidad con la incorporación de perfiles más progresivos, como Ruth Bader Ginsburg -fallecida el 2020- y Sonia Sotomayor -primera jueza latinoamericana- frente a un poder más aristocrático y más clasistas”.

Reafirmó el concepto que “hace falta perfiles de gente común, como el mío. Yo nací, me crié y estudié en Jacobacci. Hay que conocer las necesidades que tienen las personas”. Ese cambio -agregó- “sería una forma de acercar el STJ a la gente. No digo que esto ahora no se haga, se viene haciendo, y las áreas que tengo a cargo son las que hacen ese trabajo, es decir, abarcar a la porción de la población que queda afuera”.

Mucci se está reuniendo con los colegios de los abogados y, próximamente, lo hará con los bloques legislativos del Consejo de la Magistratura. Explica que existe enfoques distintos entre los abogados en Viedma, marcada por la administración pública, y sus pares de las otras circunscripciones, que “ejercen la profesión en forma liberar”.

Afirma que “el Poder judicial es independiente. Es un requisito para su funcionamiento y, sin la independencia, no tiene sentido en el armado constitucional”.

La candidata viedmense admite que la percepción de “falta de independencia es parte del descreimiento y deslegitimidad del poder”. Explica que “la Justicia es uno de los Poderes del Estado” y habla de su rol de “gobernabilidad”, tras lo cual, destaca que “el 99% de los casos para resolver que llegan al STJ son entre particulares. En todos los casos, debe ser independiente, pero lo que más nos debe preocupar y estar en el centro es que los candidatos y las candidatas tengan competencia y diligencia para resolver -con independencia- los conflictos entre las personas”.

En otra parte, Mucci dijo que “ve necesaria la paridad de género, con idoneidad” en el STJ porque “todo cuerpo colegiado debe tener la capacidad de ser plural en el análisis de las cuestiones por resolver”. Vinculó ese enfoque con los cambios en los fallos de la Corte estadounidense cuando se sumaron Ginsburg y Sotomayor. “Somos una sociedad diversa y compleja. Eso se debe reflejar en los órganos colegiados y las personas sentirán que sus derechos serán tratados en un plano de igualdad porque hay jueces que se le parecen. Si todos son iguales, todos varones, blancos y de la misma clase social, el resto puede ser sentir que sus cuestiones no serán entendidas y tratadas”.


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