Cecilia Criado: “La gente está reclamando una justicia más ágil y efectiva”

Así lo plantea la jueza de Familia de Bariloche que se postula a cubrir una de las vacantes en el Superior Tribunal Superior de Justicia de Río Negro. Sus definiciones sobre el servicio de justicia, cambios que propone y su perfil.

María Cecilia Criado está convencida de que hoy “la gente está reclamando una justicia más ágil, más efectiva y se puede lograr, pero hay que tener la voluntad para poder hacerlo”. Criado tiene 47 años y es jueza de Familia en Bariloche. El Consejo de la Magistratura la designó en noviembre de 2017 tras ganar el concurso y entró en funciones en marzo de 2018. Se recibió de abogada en 1997 en la Universidad Nacional del Comahue. Es una de las postulantes de Bariloche al cargo de vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro.

“Desde que me recibí, siempre ejercí durante 22 años en la calle y tras escuchar a la gente en la calle me daba cuenta que había cosas en el Poder Judicial que desde afuera no iba a poder cambiar nunca, que para poder gestar esos cambios tenía que inmiscuirme en la estructura básica del Poder Judicial. Por eso, concursé y estoy ocupando este cargo”, cuenta Criado.

“Ahora, me doy cuenta que estando adentro también hay un montón de cosas que hace falta cambiar o reformar”, plantea. Y sostiene que esos cambios se tienen que dar desde el STJ.

“No podemos, como Poder Judicial tener los oídos tapados o ser sordos a los reclamos de la gente. Hoy la gente está reclamando una justicia más ágil más efectiva y se puede lograr pero hay que tener la voluntad para poder hacerlo”, sostiene.

“En mi juzgado lo pude hacer. Los procesos en mi juzgado, cuanto mucho, duran ocho meses, un año”, asegura. “Capté la necesidad de la gente, transformé la realidad acá adentro en el juzgado y brindo un servicio de justicia más ágil, más efectivo y mejor para la gente. Esto es lo que pretendo llevar al STJ”, afirma.

La candidata para vocal del STJ María Cecilia Criado es titular del Juzgado de Familia 10 de Bariloche. (Foto Alfredo Leiva)

Un cambio técnico

Criado dice que el Código Procesal Civil y Comercial es viejo. “Se han cambiado los Códigos Procesales de Familia, Penal y el fuero laboral se aggiornó con el sistema informático. El Código Procesal Civil quedó como estancando”. “Y los procesos civiles y comerciales son los más largos en este momento. Es donde la justicia llega tarde. Una sentencia divina desde el punto de vista de la estructura jurídica a la gente no le sirve de nada si llega a los ocho años de acaecido el siniestro”, opina.

“Me tomé el trabajo de hablar con referentes del fuero laboral, penal, civil y todos son contestes en esto: necesitamos un Código Procesal Civil y Comercial que esté acorde a los nuevos paradigmas”, indica. “Por un lado, en consonancia con las Convenciones Internacionales, los derechos humanos, etc., pero que, a su vez, responda a las necesidades propias de la gente de Río Negro”, plantea.

“Copiar y trasplantar muchas veces no sirve, porque Río Negro tiene sus características propias, entonces es necesario rescatarlas y resltarlas en este caso”, afirma. Aunque aclara que reformalo es tarea propia de los legisladores.

Menciona que ese Código tiene aspectos que no se están respetando “y creo que hace a la transparencia del servicio de justicia”. Se refiere “al acuerdo que hacen los jueces en la Cámara o en el STJ antes de dictar las sentencias”, que tiene que estar en un acta.

“Históricamente venimos viendo que en las sentencias de Cámara tenemos un voto preopinante y después tenemos dos adhiero. A mí, el adhiero no me da garantía ni como jueza de primera instancia, ni mucho menos como justiciable, que la sentencia esa haya sido dictada por tres jueces y no por uno solo, que es el preopinante”, observa Criado.

“Lo mismo pasa con el STJ a las Cámaras”, añade. Dice que la gente necesita saber si esos “cinco jueces del STJ se tomaron el trabajo, tuvieron sus encontronazos, que se pusieron de acuerdo o mostraron sus diferencias y emitieron un voto cada uno, con sus disidencias o no, pero que es el resultado de un razonamiento lógico para un pronunciamiento final que es lo que le llega a la gente”, señala.

“Creo que esa acta que establece este Código tiene que estar, porque es la mejor manera que tenemos de garantía de transparencia”, asegura. “Para mí la transparencia del Poder Judicial pasa por estos pequeños actos y no por las paredes de vidrios que tenemos, por ejemplo, en el edificio de la Fiscalía. La transparencia pasa por otro lado”, apunta.

Ideas

Soy de la idea de que el juez forma parte de la sociedad, entonces no puede permanecer ajeno, aislado, solitario, porque la realidad nos toca a todos”, enfatiza.

“Uno no puede a la hora de resolver, perder el norte de la realidad que roza a la gente”, observa. “Lo mismo cuando dicen que el juez solamente habla en sus sentencias, no sé. Si viene alguien acá a la puerta y dice quiero hablar con la doctora Criado y yo lo voy a recibir y eso no va a ir en detrimento de la otra parte, porque a la hora de resolver para eso tiene las constancias del expediente, la prueba que produjo cada uno y se verá en definitiva en función de lo que se probó o no el resultado final”, explica.

Soy de la idea de que los juzgados tienen que ser de puertas abiertas”, asevera. “Hay otra manera de administrar justicia, quizás, sin tantas formalidades y pruritos y pompa, pero avocada, con mucha más practicidad, sobre todo, para los justiciables si lo que pretendemos es otorgar un servicio de justicia que sea eficaz”, afirma Criado.

“Hoy quizás se está trabajando mucho en la informatización, pero se siguen respetando esas formas, se sigue marcando esa valla que separa a la jurisdicción y los justiciables”, manifiesta. “Creo en la igualdad en todo sentido, en una mirada horizontal tanto con el justiciable como con los letrados, entonces es mucho mas sencillo, porque nos sentamos a hablar y escuchamos de igual a igual. Eso para mi es fundamental”, asegura.

María Cecilia Criado entró en funciones en marzo de 2018 cuando juró como jueza de Familia de Bariloche. (archivo)

Aportes

Criado dice que le aportaría al STJ “la sencillez de ver que tenemos otra manera de poder brindar un servicio de justicia. Que no hace falta ni las formas extremas y básicamente los que me conocen saben que soy una trabajadora incansable”, puntualiza.

Que lo único que pretendo es desarrollar mi función con esta visión que tengo humanizadora, de un lado mucho más social, quizá propia del fuero del que vengo, pero sobre todo, con compromiso y honestidad”, destaca.

“Llegué acá con las mismas banderas y son las que me han sostenido. Nada de lo que prometí no lo pude cumplir y todo lo que dije que iba a hacer lo hice y lo sostuve. Y estos resultados están en la página del Poder Judicial con las estadísticas del juzgado”, señala.

“No tengo quejas, no he sufrido escraches, salgo a la calle, hago las compras, voy a la cancha. No tengo necesidad de esconderme ni nada por el estilo porque trabajo en consonancia con lo que la gente necesita”, aclara.

Criado dice que “no podría ser jueza si no creyera en la independencia de poderes. Es uno de los requisitos elementales que tenemos constitucionalmente como para ser república. Si no creyera en eso, creo que no podría estar acá”.

“Presiones hay”, reconoce. “Uno no gobierna es soledad. Y el STJ no podemos negar que es un órgano de gobierno. Pero si lo puede hacer en el beneficio del mayor número, creo que es fundamental”.

“Uno puede trabajar en consenso un montón de temas en beneficio de la gente, puede sentarse a dialogar, puede buscar la mejor solución, pero a la hora de resolver, el magistrado tiene que aplicar el derecho vigente”, sostiene.

Criado como ingresó después de la reforma de 2017, paga impuesto a las ganancias.

-¿Cree que es injusto que el resto de los jueces y funcionarios judiciales no lo paguen?- le preguntó RÍO NEGRO.

-Cada uno que ingresa al Poder Judicial en el momento histórico que lo hizo, lo hizo bajo determinadas reglas de juego. Cuando ingresé se gestó al poquito tiempo un reclamo judicial para que precisamente los que recién entrábamos lo hagamos en las misms condiciones que los que entraron antes. Yo no me plegué a ese reclamo porque conocía las reglas de juego. Sabia que si entraba en ese momento histórico una de las condiciones era pagar Ganancias y las pago de buen grado porque creo también que si cualquier empleado que supera determinado monto ya sea, por ejemplo, de La Anónima, de la CEB, paga Ganancias no veo porqué los jueces no tengan porqué no hacerlo. Soy de la idea del que entra ahora al Poder Judicial debe pagar Ganancias como cualquier ciudadano común que supera el monto base que se estipuló.

-Sectores de la ciudadana dice que quienes están en el Poder judicial son privilegiados, ¿usted comparte esa idea?

– Desgraciadamente muchas veces el Poder Judicial no logra comunicar de la mejor manera posible aquellas cosas que hace bien. Desgraciadamente, por lo general, lo que es noticia es lo que hacemos mal, pero sí puedo decir que no todos los jueces somos iguales y que no todo lo que se hace está mal, salvo algunas cosas que se publicitan de otra manera o porque causan mayor estupor en la gente.

Criado dice que siempre sostuvo que la solución al problema de la violencia (en todas sus facetas) no es un problema exclusivo del Poder Judicial. “Creo que el problema debe resolverse con el compromiso de los tres poderes del Estado. Esa es la mejor manera que vamos a tener para poder abordarla”.

Las postulaciones

“Mucho se ha dicho en el marco de estas postulaciones al STJ si la vacante tiene que ser ocupada por una mujer o no, si hay equidad en la integración. Voy a ser sincera. Costó muchísimo lograr que haya dos mujeres en el STJ y es una lucha que encarnaron un montón de congéneres mías. Yo no soy feminista, soy mujer”, afirma Criado.

“Que saquen a una mujer y pongan a un hombre, estamos perdiendo terreno ganado. Fue una conquista importante. Y no es lo mismo la visión que pueda tener una mujer de la que puede tener un hombre. La administración de justicia con ojos de mujer es absolutamente distinta, porque uno tiene esa sensibilidad distinta. Y cuando digo sensibilidad no me refiero a debilidad. La sensibilidad social que no se interprete como debilidad. Las mujeres tenemos una fortaleza que nos es propia”, sostiene.

– ¿Y la idoneidad donde queda?

La idoneidad es el primer requisito que hay que tener. No alcanza con ser mujer; a su vez, hay que tener idoneidad. Hubo muchas campañas que se gestaron hasta desde la propia Oficina de la Mujer de Viedma donde decía: hashtag tiene que ser mujer y les decía el otro día en una charla en el Colegio de Abogados que yo no he visto al doctor (Martín) Lozada iniciar una campaña que diga tiene que ser varón o al doctor Lorenzo Raggio preocupado por acreditar o no la idoneidad, la antigüedad y la experiencia o a Alfredo Romanelli Espil (los tres postulantes varones). Porque por el solo hecho de ser hombres como que eso ya les viene dado. Como que lo tienen por derecho propio. En cambio, yo sí sentí estos dos últimos meses esta cuestión de: che, ¿cómo se te ocurre querer llegar hasta allá arriba al STJ?

“Hay que empezar a demostrarle a todos que estoy preparada para esto, que labure 22 años en la calle, 3 años de jueza, no es que me recibí antes de ayer y se me ocurrió. Esas cosas los hombres ni siquiera se las cuestionan. Como que está socialmente naturalizado que ellos tienen el derecho a, en cambio a una mujer se le hace más difícil”, plantea Criado.

“Hay algunas cosas que nos duelen como mujer. Tengo que seguir demostrando previo al concurso que estoy en igualdad de condiciones para poder recién ahí concursar; no es justo. Entonces, si pretendemos una igualdad que sea verdadera o una igualdad real. Por la paridad que tiene que existir en la integración del STJ”.

Falta un cambio cultural entonces

Totalmenre. Es que cuando hablamos de la perspectiva de género no nació como un concepto en un laboratorio, que dijeron: bueno saquémoslo de una biblioteca y lo trasportamos a la sociedad. No. Es al revés. La necesidad de perspectiva de género se gestó en la sociedad misma. O sea era necesario tener esa mirada en algunas cuestiones. Y así fue como se cristalizó en el Código de Familia. Las cuestiones de familia tienen que ser abordadas con perspectiva de género (…) Es una realidad que como jueza no puedo obviar. Los jueces tenemos que poner esta mirada, esta perspectiva de género a la hora de resolver para equilibrar. No para dar ventaja para poner en paridad de condiciones. Para igualar lo que cultural o socialmente está desigual.

– ¿Fue muy difícil tomar la decisión de postularse?

-Sí fue difícil, pero creo que era necesario (…) La postulación surge por la necesidad de ver aquellas cosas que desde adentro uno se da cuenta de que se pueden modificar, no son grande reformas, son pequeños cambios que ayudarían muchísimo y, por otro lado, de ver que no había muchas mujeres que se quisieran presentar a ocupar la banca que dejaba una mujer como la doctora Adriana Zarartiegui, que en beneficio de las mujeres hizo muchísimo. Que esa banca sea ocupada por un hombre y que perdamos esa conquista que fue dos bancas para mujeres en el STJ fue uno de los motivos que me llevaron a postularme.


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