Elecciones: la hora de delinear el Bariloche del futuro

La ciudad perforó el umbral de los 100.000 electores y se encamina a decidir quién gobernará la municipalidad en los próximos cuatro años.

Como un embudo temporal y espacial, el próximo domingo las escuelas de la ciudad concentrarán en unas pocas horas todo el enojo, las ideas, las críticas, la esperanza, la bronca, la incertidumbre, el impulso de premiar o castigar, el hastío y hasta la indiferencia que incubaron los barilochenses durante los últimos cuatro años en relación con el gobierno municipal.

Una decena de candidatos quedarán expuestos a ese veredicto, tal vez con íntimas inseguridades, pero con cara de que su plan es el mejor y no puede fallar.

Lo que se pondrá en juego es el proyecto político que conducirá la ciudad hasta 2023 y también cómo quedarán conformados el Concejo Municipal y el Tribunal de Contralor.

El intendente Gustavo Gennuso (Juntos Somos Río Negro) aspira a renovar mandato y lo desafían no sólo sus nueve rivales sino también la historia reciente, en la que varios de sus antecesores fracasaron en el intento.

Entre sus competidores más visibles aparecen el concejal Daniel Natapof (Frente de Todos), el funcionario de Anses y candidato de Bariloche por el Cambio Santiago Palmeyro y el ex compañero de ruta de Gennuso Pablo Chamatrópulos (Podemos).

El Frente de Izquierda postula otra vez a Rodolfo Sánchez y otro de los reincidentes es Fabián Martello, por Compromiso Cívico y Social. El partido SUR, que gobernó Bariloche en tiempos de Alberto Icare, concurre ahora con la candidatura del trabajador municipal Luis Ledesma.

Récord

100.579
electores tiene el padrón de Bariloche para las elecciones municipales de este domingo.

La oferta se completa con el ex concejal Mauro González (Unión por un Movimiento Popular), Miguel Carrasco (Partido Unión y Libertad) y Ezequiel Ojeda (Todos por Bariloche).

El cruce electoral del próximo domingo en Bariloche genera interés a nivel provincial y nacional. Entre sus particularidades no sólo estará la cantidad de electores (por primera vez más de 100.000), que ubican al de Bariloche como el mayor padrón de Río Negro.

También se diferencia de otras localidades de la región porque la fecha de elección no se presta a tironeos ni especulaciones, ya que está fijada por Carta Orgánica y se debe hacer sí o sí el primer domingo de septiembre. Otra singularidad es el empleo de boleta única en lugar del centenario método de boletas individuales para cada partido, que todavía rige en otros municipios, en la provincia y en la Nación.

Las elecciones municipales deben realizarse en fechas que no coincidan con elecciones nacionales o provinciales.

Artículo 140 de la Carta Orgánica de la municipalidad.

Temario variado

Las limitaciones, ineficiencias y el alto costo del sistema de transporte urbano es uno de los principales problemas que espera al próximo gobierno. La mayoría de los candidatos habló de rediscutir el contrato con la empresa Mi Bus y el Frente de Izquierda propone directamente la estatización.

Varios hicieron notar que las frecuencias y recorridos del transporte actual tiene menos cobertura que los de hace 20 años, cuando la ciudad menos de 100 mil habitantes. La mala calidad del transporte repercute también en el caos del tránsito, que fue señalado como otra de las urgencias a resolver.

El atraso de la infraestructura urbana, los baches, la falta de viviendas, los barrios enteros que carecen de asfalto y otros servicios básicos, la falta de refugios y de una terminal de ómnibus, el deterioro de la Costanera, de los espacios verdes, el desmanejo del basural y el impacto ambiental por la insuficiencia del tratamiento de efluentes cloacales son otros de los temas que los votantes han señalado como prioritarios.

El cerro

El futuro intendente también deberá ingresar al Centro Cívico con una idea clara de qué hacer con el cerro Catedral, luego del fracaso de Gennuso en su intento de prorrogar en forma directa el contrato de la actual concesionaria (Capsa) con derecho a iniciar una explotación inmobiliaria, a cambio de inversiones por 22 millones de dólares.

Ninguno de los demás candidatos acuerda con esa salida. Algunos hablan de municipalizar el centro de esquí, en forma total o parcial. Otros de renegociar un plan inversiones con Capsa o preparar una nueva licitación, previa consulta a la ciudadanía, un camino que Gennuso se negó a transitar.

Pero hay un tema que sobrevuela a todos los demás y que los candidatos perciben en cada salida al “territorio”: la preocupación por la falta de empleo. Los que hilan más fino han reconocido que el pedido es por “empleo genuino”, es decir estable y en blanco, y no por microcréditos, becas o planes sociales que comienzan como paliativos y se transforman en permanentes.

Candidatos frente a frente

Como ocurre cada cuatro años, varias escuelas y entidades barriales organizaron debates de candidatos. Gennuso no fue a ninguno y se reservó para los convocados por la televisión. Natapof también faltó a varios y el resto tuvieron asistencia casi perfecta.

Como las veces anteriores, son los que están a cargo del gobierno y los que creen llevar la delantera los menos propensos a atender esos convites.

Entre los debates más exitosos estuvieron los de la ESRN 2 de Melipal y el secundario nocturno CENS 9, al que concurrieron también alumnos de otras escuelas y un centenar de vecinos interesados. Otro de los más participativos fue el que se realizó en el CRUB con el futuro de Catedral como único tema. Hubo otros cruces similares en la junta vecinal de El Frutillar y en el barrio Seis Manzanas.

Una coincidencia que salta a la vista es que salvo el actual intendente -que pone el acento en los logros y el “ordenamiento” de las cuentas alcanzados en su gestión- el resto de los candidatos tiene miradas más apocalípticas y definen a Bariloche como una ciudad que debe “salir del pozo”, que atraviesa una “grave crisis” y que está caracterizada por la “fragmentación social” y una “brutal desigualdad”.

Los encuadres nacionales y de las fuerzas distritales

Otra de las tradiciones arraigadas en Bariloche es el peso de los partidos vecinales y la escasa propensión de los candidatos a “pegar” sus nombres con alguna fuerza nacional.

El mismo Gennuso tiene origen en el partido local Pueblo y el exintendente Alberto Icare gobernó dos períodos como líder del partido SUR, también “nacido y criado” en Bariloche.

De los actuales candidatos sólo Daniel Natapof (FdT) se esforzó por ser identificado como la pata local del kirchnerismo, con apoyo del candidato a presidente Alberto Fernández.

Sin foto ni tanto énfasis, Santiago Palmeyro se presenta como referente en Bariloche del presidente Mauricio Macri.

Mauro González (UMP) reconoce su adscripción al peronismo kirchnerista y Rodolfo Sánchez (FIT) comparte ideario e insignias con la fórmula presidencial de ese frente. Las listas restantes son expresiones de alcance local, salvo Gennuso cuyo espacio se extiende hasta el ámbito de la provincia (con el gobernador Weretilneck como padrino), pero con el cuidado de no confesar preferencias a nivel nacional.

El reparto de las bancas del Concejo será clave

Además de resolver el nombre del próximo intendente, la voluntad de los electores distribuirá (sistema D’Hont mediante) las once bancas del Concejo Deliberante.

En algunos de los debates hubo llamados expresos a cortar boleta -si es necesario- para evitar las mayorías absolutas, como la concedida a Gustavo Gennuso en las elecciones de 2015.

Hoy el oficialismo tiene 7 concejales de una conformación total de 11. Con la anexión de Daniel González, exPro, Gennuso dispone de los dos tercios de los votos, una mayoría que le permitió manejar la intendencia sin tener que buscar consensos.

Este caso, sin embargo, fue una excepción, porque en los períodos anteriores el Concejo de Bariloche tuvo un poder muy repartido y llegó a albergar siete bloques de diferentes fuerzas en forma simultánea.

Muchos observaron que un Ejecutivo sin oposición fuerte genera desequilibrios y empobrece el debate. Seguramente no es lo que cree el gobernante que cuenta con este apoyo.

Estará en juego también la conformación del Tribunal de Contralor, cuya misión es vigilar “la ejecución del presupuesto, la legalidad del gasto y la gestión financiera y patrimonial de la municipalidad”.

Actualmente también Gennuso tiene mayoría de dos a uno en ese órgano, que ha evitado incomodar al intendente y tuvo la actuación más opaca desde que fueron redefinidas sus funciones, con la última reforma de la Carta Orgánica.

Los principales candidatos a la primera concejalía son Natalia Almonacid (Juntos), Julieta Wallace (Frente de Todos), Pablo Chamatrópulos (Podemos), Ariel Cárdenas (Bariloche por el Cambio), Mauro González (UMP) y Miguel Guajardo (SUR).

También van por el mismo cargo Facundo Britos (FIT), Ana María Velázquez (Todos por Bariloche) Gerardo del Río (PUL) y Hugo Carriqueo (Compromiso Cívico y Social).


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