Ellas son las primeras egresadas en Medicina Veterinaria con orientación bovina de la UNRN

Ailín Carolina Asad y Alicia Reumann estudiaron, se prepararon e ingresaron a un mundo que hasta hace poco, era solo para los hombres. De a poco crecen en la profesión que aman.

Ailín Carolina Asad y Alicia Reumann en 2018 “rompieron el molde” de un sector que hasta aquí parecía exclusivo para varones y se transformaron en las primeras mujeres egresadas en Medicina Veterinaria con orientación bovina de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) de Choele Choel.

A las jóvenes de Neuquén, hoy con residencia en Valle Medio y Villa Regina, se las puede ver entre corrales y mangas realizando las tareas. La semana pasada durante los trabajos de admisión de animales en la 40º exposición ganadera de Choele Choel, Ailín estuvo toda la jornada tomando muestras de ADN de los reproductores, para analizarlos y descartar todo tipo de enfermedades. Allí habló con Río Negro de su pasión por lo que hace.

Mientras recibía algunos golpes, y la orinaba y defecada un imponentes toro nervioso, ella hablaba enfrentado cada obstáculo con una gran sonrisa en la cara. Lejos de quejarse por lo que le tocaba en “suerte”, bromeaba de la situaciones con el grupo de personas que estaban realizando distintos servicios en el corral, donde gran parte de ellos eran hombres.

“Estoy haciendo lo que realmente me gusta, elegí esta carrera porque es el lugar donde quiero estar para desarrollarme. Estas cosas pasan todo el tiempo”, se reía Ailín mientras continuaba con su función.

Ailín Asad en acción la 40º exposición ganadera de Choele Choel.


Contó que fue la primera en elegir la orientación en la producción bovina, aunque fue la segunda en lograr su objetivo, ya que una semana antes Alicia había llegado a la meta.

La neuquina comenzó su carrera en la Universidad de La Pampa donde cursó los primeros tres años y cuando abrió sus puertas la Universidad de Río Negro (UNRN), en Valle Medio, decidió continuar los estudios en Choele Choel. Le permitía estar más cerca de su familiares que viven en Neuquén, y como podía visitar con mayor frecuencia, no dudó en cambiarse.

De todos modos, hace tiempo y con el título en la mano, se radicó definitivamente en esta localidad rionegrina, donde comenzó el duro trabajo de ganar experiencia y hacer de una clientela que le permita cumplir el sueño de “vivir de su profesión”.

“Me gusta el campo, trabajar con estos animales grandes, principalmente con los bovinos. Nunca dudé en elegir esta orientación,” señaló la joven.

Me gusta el campo, trabajar con estos animales grandes, principalmente con los bovinos. Nunca dudé en elegir esta orientación”

dijo Ailín Carolina Asad.


Todos lo pintan como un ambiente machista, pero dice que el la zona todos la recibieron muy bien. “Tanto productores, como colegas hicieron que el trabajo y la experiencia sea mejor. Nunca me hicieron sentir diferente ni discriminada, al contrario siempre están aportando para mi conocimiento y eso es muy valorable”, recordó Ailín.

En la muestra de Choele Choel, durante los controles realizados a las estrellas de la expo, fue la primera vez que desempeñaba las tareas como medica veterinaria, y como una de las responsables de esa tarea, en ningún momento ocultó la satisfacción de lo que le tocaba.

El trabajo lo conocía a la perfección, ya que durante los tres años anteriores participó del evento, como estudiante. Ayudaba y colaboraba con sus pares, al mismo tiempo sumaba conocimiento y experiencia.

“Cuando a uno le gusta lo que hace, no es difícil. Siempre hice de todo, anotando, andando entre los corrales, dando una mano y todo eso sirvió ” concluyó.


“Estoy en la zona fuerte, voy a encontrar mi espacio”


El rubro que escogieron las dos primeras mujeres en esta parte de la Patagonia, antes un campo exclusivo de los varones. Ahora, las chicas están abocadas a transitar el camino de hacerse conocidas, trasmitir fortalecimiento y seguridad a los productores rurales que pueden llegar a ser sus próximos “clientes”.

“Es un proceso duro, vamos de a poco. No soy de esta zona. La gente todavía no me conoce y además existen veterinarios con muchos años trabajando y establecidos. Es como todo: un desarrollo y un crecimiento que tenemos que hacer para abrir el camino y que me conozcan en el ambiente. Son ciclos que tenemos que cumplir”, comentó optimista Ailín y agregó: “acá está la zona fuerte de la producción bovina y seguramente encontraré mi espacio”.

Mientras tanto se encuentra participando en la coordinación del programa Pro Lana con productores ovinos. Los asiste para el mejoramiento de la calidad de la lana, de su presentación y condiciones de venta.

Además es ayudante en materias de la Universidad de Río Negro y colabora con los eventos que realiza la Rural de Choele Choel.

En este sentido, subraya la importancia del Hospital Escuela de Veterinaria de Choele Choel, el más austral del país de 1.900 metros cubiertos en un predio que cubre casi 12 hectáreas, con un quirófano de animales grandes y pequeños, consultorios, Área Patológica y más.


Con el campo y la ganadería en su propio ADN


Cuando llegó el momento de decidir la orientación dentro de la carrera, Ailín no dudó.

“Mi abuelo tiene campo y mi pareja también. En este sector encontré mi lugar y me dije acá me quedó, me sentí cómoda y voy para adelante”, dice.

Siente que en el sector hay mucho para trabajar con sus colegas. “Aunque muchas veces se sorprenden al ver una mujer trabajando en este tipo de cosas y con estos animales grandes creo que es un buen momento para la crecer junto con la ganadería. Todo va cambiando, la mujer como el hombre, estamos en igualdad de condiciones y trabajando en conjunto todo resulta más fácil”, dice la veterinaria e invita “Ojala que con el tiempo se sigan sumando mas chicas a la producción bovina”.


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