Emelina, la neuquina que tuvo su primer documento a los 94 años

Oriunda de San Martín de los Andes, solo contaba con una cédula tramitada en Chile. “Estoy orgullosa, porque acá es donde nací yo. A esta altura de mi vida es muy especial”, afirmó.

Hay anhelos que a veces tardan tanto en llegar que pueden acabar por olvidarse. Pero si el deseo es grande están destinados a cumplirse.

Fue lo que le ocurrió a Emelina Catalan, una neuquina de 94 años, que hace poco más de una semana, tuvo su primer DNI. Una historia que hace honor a su nombre, que significa “ternura, emotiva”.

“Estoy orgullosa porque acá es donde nací yo. A esta altura de mi vida es muy especial”, expresó la mujer, que ahora muestra contenta su documento, confeccionado en plena pandemia por el nuevo coronavirus.

Un empleado del correo fue quien le acercó el DNI al domicilio de calle La Pampa, en la ciudad Neuquén, donde vive temporalmente junto a su hija.

Ella nació en San Martín de los Andes y transcurrió casi toda su infancia entre las montañas. Luego con su familia se fueron a vivir a Chile y desde entonces solo regresó algunas veces a Argentina. En esos años contaba con un acta de nacimiento que certifica que nació en estas tierras. En el país trasandino se nacionalizó y portó una cédula de identidad chilena. Temuco fue la ciudad donde pasó su vida.

Pero sus tiempos en Neuquén, que fueron antes incluso que el territorio sea declarado provincia, nunca se borraron de su memoria.

En los recuerdos de su niñez transitan con mucha fluidez imágenes de animales en el campo y los cerros nevados, por aquella joven localidad cordillerana, que en ese momento era un pueblo. También los paseos en carretas.

Hacer este trámite para Emelina no solo significó tener el documento. Fue recuperar su identidad y cientos de momentos de sus años en Argentina, los que compartió con su familia.

Quien impulsó a Emelina a que obtenga el primer DNI de su vida fue Miriam Castillo, su hija, que desde febrero aloja a su madre.

“Cuando vino pasó justo lo de la pandemia. Ella necesitaba los medicamentos para seguir con un tratamiento médico, y ahí pensé que tenía que tramitar el documento, para que puedan asistirla”, explicó Miriam.

Aseguró que antes lo habían intentado. “Algunos de sus hermanos volvieron al país. Otros quedaron allá (en Chile). Me venía a visitar. Yo hace unos cuantos años había iniciado el trámite para que pueda tener su documento, pero por algunas cosas u otras no se concluyó”, contó Miriam, una de los seis hijos de Emelina (cuatro varones y dos mujeres).

Iban a insistir tiempo después, y fue ahí que se encontró con Dora, una empleada de la oficina del Registro Civil, ubicado en calle 12 de Septiembre Norte, que no dudó un segundo en ponerse a entera disposición al enterarse de la historia.

“Ya era hora”, expresó con risas Sofía Bravo Gallardo, de 92 años, suegra de Miriam, quien junto a una de sus hijas fueron las dos testigos que solicita el Registro Civil (ver recuadro).

En gran parte de su vida, Emelina se manejó con su acta de nacimiento. Pero ahora tiene que realizarse un tratamiento médico, para lo cual el documento es algo imprescindible.

“Nunca me imaginé que iba a volver otra vez. Me tratan muy bien en la casa. Están contentos”, exclamó con una sonrisa Emelina sobre su estadía en el barrio Villa María.

“Antes se ve que no había mucho control”, agregó Miriam, en referencia al tiempo que pasó su mamá sin su DNI. “Allá la nacionalizaron en Chile y así viajaba, con su cédula chilena. Tenía su certificado de nacimiento de Argentina, pero nunca se tramitó su DNI”, señaló.

Emelina recordó: “Ahora me siento bien. Tranquila ya. Soy argentina y me siento orgullosa. Mi papá trabajaba en una estancia en San Martín. Muy de chica me fui para Chile”.

La infancia de Emelina transcurrió en las montañas. Foto Florencia Salto.

La historia de Emelina llamó la atención de los empleados del Registro Civil de Neuquén, que están acostumbrados a gestionar los documentos de las personas, fundamentalmente en sus primeros años de vida.

Emelina recibió un certificado de documento en trámite y luego llegó el plástico a su casa a través del correo.

Para estos casos especiales se elabora una información sumaria, que fue firmada por la directora provincial del organismo, Laura Vargas.

Para llevarlo a cabo se necesita de dos testigos. En el caso de Emelina fueron Sofía Bravo Gallardo, a quien conoció en Temuco, y una las hijas de Sofía.

“(Miriam) vino a solicitar el trámite. Hubo que tomar fotos, huellas digitales y demás”, contó Vargas.


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