Plantas autóctonas: Yaoyín, el “Piquillín” espinoso
En esta oportunidad, repasamos una especie autóctona que predomina en nuestra región pero que además está presente a lo largo y ancho de todo el país. Sus características, sus ciclos y sus potenciales usos, de la mano de la profesora de Botánica Adriana Bünzli.
En esta oportunidad, nuestro repaso semanal de plantas autóctonas tendrá como estrella invitada a la Yaoyín o “Piquillín de la víbora”, una especie con tallos espinosos que abunda en nuestra región. Los ranqueles lo llamaron “Chayem” y eso le terminó dando origen al nombre común, que aún sigue vigente en la actualidad. Por otro lado, los nativos lo llamaban “Domo chayem”.
Qué son y cómo se usan las “células madre”
El Yaoyín pertenece a la Familia Solanaceae, así como el tomate, la papa, la berenjena, el morrón o pimiento y el ají. Con nombre científico Lycium chilense, es una especie sudamericana originaria de Chile y Argentina. En nuestro país se la puede encontrar en Río Negro, Neuquén, Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Córdoba, La Pampa, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis y Tucumán.
Esta planta nativa es dueña de una de las flores silvestres más bonitas y llamativas que la naturaleza nos pudo regalar. En esta nota, la ingeniera agrónoma y profesora de la cátedra de Botánica de la UNCo, Adriana Bünzli, explica todo sobre esta especie para conocerla a fondo.
Esta variedad nativa habita en terrenos abiertos, soleados y áridos; pero también en sitios salinos y bordes de cursos de agua, hasta 4500 metros sobre el nivel del mar.
En ocasiones crece dentro de otros arbustos más rígidos y de esta manera obtiene protección y sostén. “No debemos confundir la leña de piquillín que se vende frecuentemente en nuestra zona con el piquillín de la víbora. Las maderas para leña provienen de otras especies que no son nativas de nuestra barda”, acotó Bünzli a RÍO NEGRO.
Se trata de un arbusto de tamaño muy variable; su altura puede fluctuar entre 0,5 y 2 metros de altura. En cuanto a sus tallos, son ramificados, con ramas delgadas, gráciles, flexibles, más o menos espinosas. En cuanto a las hojas, se presentan de 10 a 30 x 0,5 a 4 milímetros, lineares y semi carnosas.
“Ellas están presentes en forma alterna, es decir una por nudo; y al referirnos a sus flores, generalmente se muestran solitarias, con un tallito que une la flor con el tallo cortísimo. El cáliz acopado con 5 dientes, corola de 2,5 a 6 por 2 milímetros, con forma de embudo, de color blanca, cremosa o violácea, con nervios violáceos o pardos y manchas verdosas o grisáceas” explica Bünzli.
Esta especie produce unos frutos carnosos, de color anaranjados, rojos o púrpuras. Estos frutos diminutos miden de 6 a 8 por 4,5 milímetros y su forma se muestra globosa u ovoide. “Son brillantes, dulces y sabrosos con numerosas semillas arriñonadas”, describe la profesional docente quien además agrega que, “maduran en noviembre y tienen forma de pequeños tomates peritas”.
Según asegura la experta “crece en otoño e invierno, y con más intensidad en primavera. Mientras que, en el verano, si las condiciones de humedad son apropiadas, sigue rebrotando. En caso contrario, se le caen las hojas y se mantiene en reposo. Si bien la fenología de esta especie está muy relacionada con la disponibilidad de agua, en general florece de noviembre hasta mediados de diciembre y fructifica a fines de este último”.
Bünzli concluyó afirmando que “se puede hallar frutos maduros desde mediados de noviembre hasta fines de febrero y la propagación se realiza por semillas y por estacas”.
Los usos del Yaoyín
• Lo utilizan como producto alimenticio la tortuga terrestre común (Chelonoidis chilensis), el choique petiso (Pterocnemia pennata), la martineta común (Eudromia elegans), el guanaco (Lama guanicoe) y el cuis chico (Microcavia australis).
• Es una especie melífera.
• Los frutos, como los de otras especies de este género y variedades de esta especie, se usan para teñir lana de color gris.
• Es una valiosa forrajera, que suele encontrarse ramoneada. Las ovejas y cabras buscan esta especie para comer todos los brotes tiernos y hojas, deformando las matas hasta transformarlas en muñones o hasta que mueren; lo más frecuente es que queden enteras sólo aquellas plantas que crecen en el interior de otros arbustos espinosos.
• El ganado doméstico consume preferentemente los brotes tiernos y hojas. Estos, tienen una relación nutritiva con mediana proporción de proteínas digestibles y celulosa.
• Los compuestos celulósicos van aumentando a medida que los brotes van envejeciendo y disminuye mucho la cantidad de proteínas en la época de floración y fructificación.
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