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Tejer y mantener vivos los saberes

El tejido a telar no solo tiene un sentido utilitario sino que es la principal expresión cultural mapuche. La puesta en valor del trabajo, la transmisión del conocimiento y la formación de nuevas generaciones en el norte neuquino.

La actividad textil en las comunidades mapuches se desarrolla en el seno familiar donde son las mujeres las encargadas de transmitir sus saberes en cuanto al tratamiento de los vellones, el hilado, teñido con tintes naturales y al tejido propiamente dicho. Los niños, niñas y jóvenes son los partícipes necesarios para que esos saberes trasciendan.


El tejido a telar no solo tiene un sentido utilitario sino que es la principal expresión cultural mapuche. Cada pieza está cargada de significado y de saberes.

“En la Comunidad Millain Currical y las Comunidades de la Cuenca de Ruca Choroy muchos niños, niñas y jóvenes siguen con la tradición textil. El caso de la Comunidad Mellao Morales es particular porque desde hace años tienen un taller para las infancias. Allí, una tallerista le trasmite los saberes. En este momento la Inan Lonko Berta Jara es quien se ocupa de esa tarea tan valiosa. Por eso yo siempre digo que los saberes se trasmiten en el seno familiar o en espacios comunitarios por a veces en la familia no se dan el proceso de transferencia de saberes pero algún referente de la comunidad cumple ese rol”.

Quien así habla es Rossana Benigar, titular de la empresa estatal Artesanías Neuquinas, quien horas atrás llegó de un nuevo recorrido por el norte de la provincia, donde culminó un nuevo proceso de recolección de tejidos y comparte su experiencia.

“Cada zona tiene sus particularidades, y quienes trabajamos en este tema podemos distinguir que piezas son de determinada zona, por los colores, labores y sentido utilitario de las piezas”, agrega al mostrar las creaciones del pueblo mapuche, que a partir de ahora están en el mercado para su compra.

Benigar se formó en la Universidad Nacional del Comahue, donde se graduó como profesora de Geografía y especialista en Municipios y Ordenamiento Territorial. “Siempre he estado vinculada a áreas de planificación de políticas sociales del gobierno provincial. Mi historia de vida, mi formacion y mi trabajo siempre me han tenido vinculada al interior de la provincia y la ruralidad”, dice quien preside Artesanías Neuquinas desde marzo de 2016.

El nutrido grupo de mujeres, con sus bolsos llenos de lanas para tejer.


¿Sus principales desafíos? “Trabajar permanentemente en el territorio, vincularnos de manera respetuosa con los/as artesanos/as, valorando el trabajo que hacen; implementar estrategias de ventas para comercializar la producción que compramos, así como promover y sostener espacios comunitarios desde los cuales se contribuya a la transmisión de saberes. El equipo de trabajo tanto de Neuquén y San Martín de los Andes tienen claros los objetivos de la empresa y todos colaboran para poder lograrlos. La tecnología nos ha ayudado mucho facilita la comunicación y nos permite un acercamiento virtual, por eso todos sabemos que el teléfono se atiende cualquier día y a cualquier hora, porque a veces las artesanas andan un buen trecho para llegar a la señal y comunicarse”, afirma la funcionaria.

“Trabajamos duro para que los espacios comunitarios donde se dictan los talleres de recuperación y transmisión de saberes estén en condiciones, en este momento es nuestro principal desafío. Porque en el campo los espacios comunitarios generalmente son multiusos, más en esta época del año (donde se guarda pasto, materiales de construcción, garrafas de gas), entonces nosotros intentamos recuperar espacios comunitarios para que los talleres puedan tener exclusividad de uso, nos es un tema fácil pero estamos en ese proceso”, aporta.

En este contexto, Benigar señaló que en la Comunidad Aigo más de 90 artesanas vendieron sus tejidos en el Paraje Ruca Choroy y Carrilil, “destacándose los tejidos en telar vertical con vistos colores producto de los tintes naturales utilizados”. También manifestó que “los talleres que se desarrollan en espacios comunitarios incentivan el hilado y producción de tejidos en telar, aunque muchas artesanas optan por tejer a dos agujas”.

En Ruca Choroy, el lugar de compra es la Casa de Artesanías Neuquinas, un lugar emblemático construido en 1975 y que en los últimos años funciona como un espacio exclusivo para las mujeres tejedoras, cuidado y mantenido por ellas.

Algunas de las producciones de la comunidad.


“La idea es que esa casa sea el espacio de encuentro para compartir saberes relacionados con el mundo textil mapuche, por eso allí las tejedoras se juntan a hilar y tejer con el acompañamiento de las talleristas Guillermina Lican y Carmen Antilef”, expresó Benigar.

En cuanto al proceso de recolección, Benigar señaló que “en Epu Pehuen vendieron las tejedoras de la Comunidad Hiengueihual y en Aluminé todas aquellas tejedoras y tejedores que han migrado del campo a la zona urbana”. Sumando así en toda la recolección más de 130 artesanas tejedoras.

Los tejidos que predominan son los caminos en diversos tamaños y colores aunque el blanco y negro son los colores más utilizados, “las artesanas siguen apostando a descubrir nuevos colores con el uso de tintes naturales provenientes del entorno natural en el que viven o de productos de uso doméstico como yerba, remolacha entre otros tantos”, comentó Benigar al respecto.

En cuanto las piezas tejidas a dos agujas se destacan los chalecos, gorros, medias y guantes que son muy demandados en esta época del año por las bajas temperaturas.


La necesidad de que perduren las técnicas textiles ancestrales



Artesanías Neuquinas -que depende de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente-, también acaba de comprar piezas textiles a las artesanas de la Comunidad Mellao Morales en los parajes Huarenchenque y Cajón del Manzano, además de Las Lajas.

En Cajón del Manzano el equipo se reunió con tres artesanas que esperaban para vender sus tejidos. Rossana Benigar advirtió: “en Cajón del Manzano cada vez hay menos familias debido a la migración”. En tanto que en Huarenchenque unas pocas tejedoras venden sus tejidos en el salón comunitario.

En ese espacio Berta Jara se desempeña como tallerista responsable de los talleres de tejido a telar de niños y adultos. Al respecto, Benigar señala que Berta en la actualidad es la Inan Lonko de la Comunidad Mellao Morales y “que siempre ha manifestado un fuerte compromiso con la transmisión de saberes entendiendo que niñas, niños y jóvenes son los principales protagonistas para que las técnicas textiles perduren en el tiempo».

«Siempre se ha preocupado por recuperar algunas técnicas, mediante capacitaciones que permiten recordar saberes ancestrales”, expresó.

En la casa, reunidas para exhibir las bellas matras.


En el taller se incentiva a niños y niñas en el arte del tejido con el uso de vellón, hilando con huso y ruecas. De este modo se transmiten los conocimientos y técnicas para obtener los tejidos característicos de las comunidades neuquinas.

Como parte de los trabajos de recolección, se compraron piezas tejidas en Las Lajas “donde residen muchas artesanas que han migrado del campo y con ellas también sus saberes, y se destacan por la elaboración de fajas delicadamente confeccionadas”, comentó Benigar.

La cercanía de la Comunidad Mellao Morales con Las Lajas motivó a muchas familias radicarse allí, “no solo por el acceso a los servicios básicos sino también en muchos casos para garantizar la educación secundaria a los jóvenes o en busca de trabajo”, indicó.

Para terminar, la titular de Artesanías Neuquinas señaló que “sin lugar a dudas, los saberes van del campo a la ciudad porque las artesanas y los artesanos son portadores de saberes, saberes que son parte de las expresiones culturales del pueblo mapuche que trasciende generaciones y territorios”.


La actividad textil en las comunidades mapuches se desarrolla en el seno familiar donde son las mujeres las encargadas de transmitir sus saberes en cuanto al tratamiento de los vellones, el hilado, teñido con tintes naturales y al tejido propiamente dicho. Los niños, niñas y jóvenes son los partícipes necesarios para que esos saberes trasciendan.

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