En el segundo día de cordón sanitario, Choele Choel parece «un pueblo fantasma»

Ya casi no hay tránsito en las calles de la localidad ubicada en Valle Medio. Los acceso siguen interrumpidos y se prohíbe el ingreso y la salida de vehículos. La medida se extenderá por una semana.

El escenario cambió radicalmente. El domingo se podía ver a muchos vecinos caminando por los espacios públicos o transitando en vehículo por la zona más céntrica de la ciudad. Pero hoy miércoles, en el segundo día de vigencia del cordón sanitario, parece «un pueblo fantasma».

Los controles continúan en los accesos (foto: Jorge Tanos)

Apenas algunos kioscos, una carnicería y dos grandes supermercados amanecieron con las puertas abiertas pero los habituales clientes ya no salen de forma masiva y, ahora, las compras se hacen rápido y no se puede transitar acompañado.

Gabriela Jorquera, trabajadora de una carnicería, dijo que cada día se nota más la falta de recursos que existe. «Notamos entre los vecinos de Choele que hay mucha gente que no puede salir a trabajar y otras que viven el día a día», explicó.

Los transportes deben pasar su mercadería a otros vehículos para ser distribuidos en la ciudad. (foto: Jorge Tanos)

Y pidió a los vecinos quedarse en casa y tratar de salir adelante «aunque tengan que comer fideos hervidos».

«La verdad, parece un pueblo fantasma», dijo otro vecino a un periodista de Río Negro que comenzó esta mañana a reflejar las primeras imágenes de una ciudad impactada por los 20 casos de coronavirus que están activos y por las tres muertes que se registraron en apenas una semana.

Los controles son estrictos en todas las arterias. (foto Jorge Tanos)

Esta mañana, los policías que se encontraban en los principales accesos a la ciudad habían tenido muy poca actividad ya que el caudal de vehículos y motos que intentan acceder o salir de la ciudad, prácticamente era nulo. Igualmente se mantienen los retenes y en algunas de las arterias de acceso se instalaron tambores para impedir el paso de los vehículos.

El mismo martes por la tarde la postal era insólita. Sobre calle Avellaneda y Roca, uno de los sectores más transitados de la ciudad, no había una sola persona caminando, ni un sólo auto transitando por las calles. El silencio era atroz.


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