Cómo afecta a Vaca Muerta el desplome del precio del petróleo exportado

El valor del barril fronteras afuera cayó por debajo del que se paga en el mercado interno. Las petroleras reclaman cambios en el sistema de permisos para evitar la depreciación del crudo argentino. Qué podría pasar con la producción y el precio de los combustibles.

Más de 22 millones de barriles de petróleo argentino provenientes de Vaca Muerta se exportaron el año pasado, atraídos en gran medida por el mejor precio que las compañías conseguían en el mercado exportador. Sin embargo, eso acaba de cambiar ya que las cotizaciones vigentes desde marzo marcaron que, al contrario, el mercado interno pagó precios más altos, disparando el interrogante de cómo puede esto afectar a la producción de Vaca Muerta.

Para comenzar este análisis es necesario recordar que las exportaciones del petróleo de Vaca Muerta tienen una historia realmente corta. Fue en 2020 cuando el shale oil argentino comenzó a exportarse, y no por un récord productivo, sino por la caída de la demanda que marcó la estricta cuarentena que se dictó por la pandemia de Covid 19.

Esas primeras exportaciones -que además se dieron a precios extra bajos- permitieron que el crudo ultra liviano argentino comenzara a ser conocido en el mundo y abrieron las puertas a los envíos que paulatinamente fueron creciendo en 2021 y consolidándose en 2022.

Es que superado ese primer desafío de tener una aceptación en el mercado externo, el segundo punto a marcar era que las exportaciones se den de forma regular, todos los meses. Y eso finalmente pasó el año pasado.

Los 22 millones de barriles exportados desde Vaca Muerta representaron una suerte de canal virtual al exterior por nada menos que 60.000 barriles por día, un volumen superior incluso a la producción de Mendoza, la cuarta provincia productora de crudo del país. Y que se elevó en los dos primeros meses de este año en los que ya se exportaron casi 4 millones de barriles.

Las productoras reclaman permisos de más largo plazo para potenciar las ventas. (Foto: gentileza)

Un incentivo más que importante para las compañías productoras era el precio que obtenían en el mercado externo, que llegó incluso a superar los 100 dólares por barril en el segundo trimestre del año pasado.

Esos valores marcaban lo que en la industria se bromeaba como el blending de precios que permitía a las operadoras incrementar el promedio final de sus ventas entre el valor del mercado doméstico y el de las exportaciones.

Es que ya a mediados del año pasado el precio promedio del mercado interno se estabilizó en torno a los 65 dólares por barril, unos 22 dólares menos que el precio promedio del segmento exportador que fue de 87 dólares.

Sin embargo, por diversas razones internacionales, el crudo comenzó a perder valor en el último mes y mostró cotizaciones que llegaron hasta un piso de 73 dólares.

El dato

US$ 8
por barril es el descuento de calidad que se aplicó al crudo tipo Medanito en las últimas semanas.

Si bien a simple vista ese valor es mayor que el del mercado interno, en realidad hay otros factores que influyen en la conformación del precio de exportación para el crudo de Vaca Muerta que hacen que por debajo de una cotización de 78 dólares, termine siendo más alto el precio que abonan las refinerías argentinas.

En primer lugar hay que tener en cuenta que se aplica un 8% de retenciones o derechos de exportación sobre el precio final que se paute de venta. Pero precisamente, ese precio de venta no es igual al del Brent.

Las compañías aplican lo que se denomina descuentos de calidad, sobre la calidad estándar del Brent en comparación con el crudo liviano argentino que, al día de hoy sigue llamándose Medanito aunque tenga una cuota minoritaria de ese crudo convencional.

En la práctica, este descuento de calidad es ubica en torno a los 8 dólares. Es decir que si la cotización del Brent es de 78 dólares por ejemplo, el precio ofrecido para el Medanito es de 70.

Ese descuento esconde otras razones detrás, que son el eje de los reclamos que en los últimos tiempos emprendieron las firmas que apuestan fuerte a las exportaciones.

Podría decirse que hay un descuento más financiero que de calidad”, detalló una fuente de la industria para referirse a la reducción en el precio que se termina realizando en los contratos de más de un mes a raíz del sistema de autorizaciones de exportaciones que al día de hoy sigue vigente. Un punto que, más adelante veremos, es el eje de los reclamos.

Resumiendo, sobre una cotización hipotética del Brent a 78 dólares, se descuentan 8 por “calidad”, y se aplica un 8% de retenciones, dando como valor final 64,4 dólares por barril, es decir 60 centavos de dólar menos que lo que se abona en el mercado doméstico.


No es barril criollo


El precio que se paga actualmente en las refinerías del país no está regulado por el Estado, sino por la oferta y demanda del sector y es por esto que no se trata de un “barril criollo”, que es una cotización fijada por normas oficiales.

Sin embargo, desde las productoras consultadas se reconoció que es muy poco probable que este precio -que es un par de dólares más alto en las refinerías más pequeñas del país- pueda modificarse a la baja.

“Cuando el Brent estuvo a 100 pagaron 65, y con el Brent a menos sabemos que no van a bajar tan fácilmente lo que ya vienen pagando”, explicó el directivo de una petrolera de la cuenca.

En coincidencia con el sector de las refinerías desde donde se explicó que la relación de precios no es tan lineal como para esperar una baja en el precio doméstico y mucho menos en el valor de los combustibles.

“En realidad hay un atraso todavía muy marcado en el precio de las naftas, de más del 10%”, se explicó y se sumó que “a pesar de los aumentos que se dio en el precio de venta del litro, desde hace mucho que se viene perdiendo frente a la inflación”.


Reclamos de las operadoras


Con las vacas más flacas, los reclamos comenzaron a plantearse en el segmento de las empresas que focalizan sus metas en el mercado exportador.

El actual sistema normativo de exportaciones está pensado en la escasez y no en la abundancia, pero ya nos hemos convertido en exportadores netos de petróleo”, aseguró el COO de Vista, Juan Garoby.

El socio fundador de la tercera productora de petróleo del país y la firma que más barriles exportó el año pasado marcó que “tenemos que salir de esa visión del abastecimiento interno, cambiar esa mentalidad y mejorar todo para agilizar esa exportación”.

Garoby detalló que la industria hoy requiere que se cambie el sistema de actualización de los permisos de exportación para que pasen de ser mensuales a ser anuales, ya que destacó que el actual esquema genera mayores costos para las empresas productoras que hoy solo pueden salir a negociar muy sobre la fecha de exportación.

Esta negociación “sobre el pucho” genera dos fenómenos que terminan perjudicando el precio del crudo de Vaca Muerta. El primero es el ya mencionado descuento de “calidad” ampliado al riesgo de que la exportación esperada no sea aprobada o sea “cruzada” por alguna refinería, es decir el riesgo de que la misma no se concrete.

Pero además, también encarece la logística de transporte, pues no es lo mismo negociar la contratación de un buque con apenas un mes de plazo, a realizarlo con una planificación mayor, incluso con contratos de un año.

Desde la secretaría de Energía de la Nación se tomó el guante del reclamo se avanzó en esta semana en una extensión de los permisos de exportación aunque únicamente para los que son remitidos por oleoductos.

Por medio de la Resolución 175/23 la cartera de Flavia Royón extendió el plazo de las autorizaciones de exportación por oleoductos de 30 días a un año, y fijó además que dichos pedidos deberán ser resueltos en no más de 60 días.

Esta medida apunta centralmente a las necesidades del Oleoducto Trasandino (Otasa) cuya reactivación se espera para fines de mayo y que ya registraba roces con Enap, la firma chilena que comprará la producción, que por su sistema requiere de una planificación previa de 60 días.


La suerte del petróleo de Vaca Muerta


Mientras aún queda sin definición qué sucederá con las exportaciones por vía portuaria, desde las empresas consultadas por este medio se descartó que en el corto plazo la desaparición del gancho del plus exportador pueda reducir los envíos al exterior. Es que se destacó que existen una serie de factores más allá del precio en sí que siguen impulsando las exportaciones.

El primero es que todo incremento en la producción que se de en Vaca Muerta va a estar orientado a la exportación, ya que el nivel de consumo nacional -de unos 528.000 barriles- está ampliamente superado con una producción que superó los 637.000 barriles el mes pasado.

Entre las empresas que lideran las exportaciones se encuentran las firmas que ya tienen la autorización de acceder a los beneficios del Decreto 292/13, que permite la libre disponibilidad de parte de los dólares de las exportaciones. En esa lista se encuentran Chevron y Petronas, mientras que Shell aún aguarda el decreto de autorización formal.

Pero además de esto, otras firmas aguardan ser incorporadas al decreto 227/2022 más conocido como Dólar Vaca Muerta que permite también un cupo de libre disponibilidad de divisas, aunque en este caso atadas al aumento de la producción.

La clave

4 millones
de barriles de petróleo producido en Neuquén se exportaron hasta febrero.

De los dos puntos previos se desprende el tercer factor destacado por las empresas del sector, que es que esta sobreproducción de crudo hace que los barriles adicionales pasen a cotizarse al juego de los precios internacionales y no de los vaivenes del mercado nacional.

Es que si hay algo que hoy es seguro, es que el futuro de la producción de Vaca Muerta no está en el mercado nacional que tiene ese techo de poco más de 500.000 barriles por días de las refinerías locales, sino en el exterior, en donde puede hallar clientes para multiplicar la producción y llegar al millón de barriles diarios que Neuquén y varias empresas estiman que se alcanzarán en menos de 5 años.

“Es cierto que estamos una paridad lo cual genera una especie de indiferencia, pero una vez que conquistás mercados, si te retraés porque por uno o dos meses el precio no te conviene, perdés mercado”, aseguró el presidente de Gas y Petróleo del Neuquén (GyP), Alberto Saggese, y sumó que “no creo que esto vaya a afectar porque el destino del petróleo excedente es la exportación y tener la confianza de esos mercado es fundamental para cuando el precio vuelva a subir”.


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