El combustible sostenible para aviación de Chubut es el único de Sudamérica

Fue destacado por la Federación Europea para el Transporte y el Ambiente en su reporte mensual e incluido en el mapa global.

Argentina es el único país en América del Sur que tiene un proyecto de producción de combustible sintético para aviones (SAF, según sus siglas en inglés), que será a partir de hidrógeno verde generado con energía eólica. La iniciativa está impulsada por un equipo de la provincia del Chubut, que será la sede de la inversión, junto a dos compañías europeas.

La Federación Europea para el Transporte y el Ambiente resaltó el plan chubutense y lo colocó en su mapa global de iniciativas de este tipo.

“El SAF es el derivado del hidrógeno verde con mayor proyección comercial y Chubut ofrece una plataforma natural única para su producción”, explicó Ismael Retuerto, especialista en energía y uno de los impulsores e integrante de la asociación Transición Energética Sustentable (TES).

Una alianza estratégica entre la alemana GreenSinnergy y la francesa Axens contempla el desarrollo de Eco-Refinerías del Sur, cuya propuesta es pionera en el país y la región. La elección de Chubut no es casual: allí existe un excepcional recurso eólico, considerado de los mejores del mundo. En la actualidad, hay varios parques eólicos que construyeron empresas de generación renovable y también petroleras.

El proyecto Eco-Refinerías del Sur se encuentra a la fecha en etapa de factibilidad técnica y económica. El objetivo no sólo es construir una planta de producción de SAF en la Patagonia, sino también desarrollar una cadena de valor regional con fuerte impacto industrial y generación de empleo calificado.

El reconocimiento de la Unión Europea es un hito para el desarrollo de este plan que contribuirá a la aviación argentina, que podría comenzar a integrar SAF de origen nacional en sus operaciones antes del fin de la década.


La opción más viable para reducir las emisiones en el sector aéreo


El SAF o Sustainable Aviation Fuel es la opción más inmediata para reducir las emisiones del sector aéreo, en particular en rutas de media y larga distancia donde las tecnologías eléctricas aún no son viables. Al ser producido a partir de fuentes renovables -como aceites reciclados, residuos o hidrógeno verde- permite reducir entre un 50% y 60% las emisiones en comparación con el combustible fósil tradicional.

Desde 2021, el impulso internacional al SAF ha ganado tracción gracias al compromiso de la IATA (International Air Transport Association) de alcanzar emisiones netas cero en 2050. Otro factor clave para su impulso es la implementación de mandatos de mezcla como el europeo, que exige un 6% de SAF para 2030.

El proyecto chubutense está en línea con las metas ambientales de la industria y los compromisos del país en materia de transición energética.

“Según el mandato ReFuelEU, al menos el 1,2 % de todo el combustible para aviones suministrado a los aeropuertos de la UE debe ser e-queroseno para 2030, cifra que aumentará al 35 % para 2050”, dice el informe de la Federación Europea para el Transporte y el Ambiente.


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