En lo que va del año, los combustibles aumentaron más que en todo el 2021

Las tres subas aplicadas en este 2022 ya suman un salto de hasta el 41%. La disparada del precio internacional del petróleo, la inflación y la devaluación de peso, los principales factores.

El 2022 pareciera estar signado por fuertes cimbronazos, en especial en lo que hace a tarifas y precios, y los combustibles no escapan a ese escenario ya que sin haber llegado a aún a mitad de año, la nafta y el gasoil ya aumentaron más que en todo el año pasado y, con saltos de hasta el 41%, podrían seguir esa línea ascendente.

Durante el 2021 hubo una sucesión de pequeñas subas mensuales, que llevaron a que a lo largo del año el precio de los combustibles en la región se incrementara entre un 32 y un 33%, dependiendo del tipo de combustible.

En contraposición, en este año solo se dieron tres subas: en febrero, marzo y la aplicada entre el domingo y ayer que llevó a que los precios saltaran por sobre el nivel del año pasado.

En detalle, en el caso de la ciudad de Neuquén y tomando como base el precio de YPF, el alza acumulada va desde el 29,7% en el caso de la nafta súper -la que menos aumentó- hasta el 40,91% para el gasoil premium.

En General Roca los saltos son aún más marcados y comienzan en un 29,36% para la nafta súper y llegan al 41,36% para el gasoil premium.

Estos valores hacen que no solo el litro de gasoil de más alta calidad haya superado en ambas provincias la barrera de los 150 pesos por litro, sino que marcan que con más de medio año por delante, la suba en los surtidores ya es hasta un 25% superior a la registrada el año pasado.

Pese a esto, y a las complicaciones de los conductores para hacer frente a un aumento que entre el 2021 y este año ya llega al 75%, no se puede descartar que se registren más aumentos en lo que resta del año pues los precios de los surtidores siguen estando aún por debajo de los valores de mercado internacional.


Las causas de los aumentos de combustibles


Mientras algunos factores que impulsan el incremento en el precio de los combustibles son los mismos que en los años anteriores, como es la inflación nacional y la depreciación del peso argentino para una industria que tiene costos en dólares, este año se suma la disparada internacional del precio del petróleo.

Esta suba, derivada de la invasión rusa a Ucrania, exacerbó el mercado de las refinerías que tradicionalmente importan el 30% del gasoil que se consume en el país.

La semana pasada Energía On publicó que este descalce entre el alto precio de importación y el precio de los surtidores en el país, está generando que el sector pierda 100 millones de dólares por mes, al importar a un precio más alto que el que vende en el país.

Esta situación, es posiblemente la que explique por qué este incremento del precio de los combustibles que se aplicó desde el fin de semana fue liderado por las refinerías Axion y Raízen (Shell), cuando tradicionalmente es YPF la firma que primero modifica los precios.

Es que en un contexto de un sector que pierde 100 millones de dólares al mes, si YPF no seguía a sus pares y mantenía sus precios de surtidor, implicaba que la petrolera de bandería debería hacerse cargo no solo de ese rojo de 100 millones de dólares, sino también de un aumento desmedido de la demanda en sus estaciones.


Correr por detrás: los congelamientos de precios


Una particularidad que enfrenta el sector es la de una sucesión de congelamientos en sus precios de venta al público que generaron una bola de nieve, que termina de estallar con la disparada de los precios que marcó el conflicto bélico.

Para no ahondar en lo que sería casi historia, el primer congelamiento de precios reciente es el que se dio a fines del gobierno de Mauricio Macri y que se extendió hasta ya bien iniciado el gobierno actual de Alberto Fernández.

Pero a esa situación se sumó la decisión de no incrementar por ocho meses los precios, desde mayo del año pasado hasta febrero de este año cuando se dio la primera suba.

En un intento por no recalentar la inflación que ya castiga a la economía nacional, esta bola de nieve se volvió todo un problema en especial para empresas como YPF cuyos ingresos dependen en casi un 50% de la venta de los combustibles.

La petrolera de bandera nacional lanzó un ambicioso plan de inversiones para este año con eje en Vaca Muerta, para aumentar su producción y llevar así a una reducción de importaciones, pero difícilmente pueda cumplirlo sin el adecuado nivel de ingresos por la venta de sus productos.

Pese a las subas aplicadas, el actual valor de los surtidores sigue por debajo de los precios no solo del mercado internacional sino también de países vecinos que son grandes productores de petróleo como es el caso de Brasil.

Qué sucederá con los precios en lo que resta del año, es un tema aún no definido, ya que si bien desde hace algunos años los valores están liberados a la decisión de las empresas, la proximidad de la campaña electoral podría marcar un nuevo congelamiento total o parcial de los valores.


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