Los barrios petroleros donde todo comenzó

Nacieron como campamento Uno y Central. Fueron la base de infraestructura urbana para el nacimiento de Plaza Huincul.

El descubrimiento del petróleo en la Cuenca Neuquina está fechado el 29 de octubre de 1918. Sin embargo fue tres años antes que, después de los estudios pertinentes, llegó uno de los geólogos con su equipo para empezar a desandar el camino que terminaría con la extracción de crudo.

Los campamentos Uno y Central fueron las áreas donde se asentaron no sólo las oficinas gerenciales, administrativas, sanitarias y sociales, sino también las viviendas de los empleados.

En Plaza Huincul, por esos tiempos, existían algunas pocas casas, que se levantaron gracias a la pionera Carmen Funes apodada también como “La Pasto Verde”, quien estaba instalada en “la aguada”, y que era la posta de descanso obligada de los enviados desde Buenos Aires para iniciar los trabajos.

Tras la creación de la empresa estatal YPF, la gerencia a cargo del ingeniero Enrique Mosconi, decidió dotar a sus empleados de los servicios básicos como la vivienda, la salud y luego el deporte y la recreación.

El otro barrio, que también dependía de YPF fue Campamento Central. Allí, las casas levantadas estaban destinadas básicamente a los trabajadores y sus familias. Aunque también había “gamelas” que se destinaban al personal soltero que era trasladado de otros puntos del país.

Las calles eran pavimentadas -a diferencia de lo que ocurría con el resto del ejido urbano de Huincul y funcionó, desde 1923 la primera “Proveeduría”, donde se podían abastecer de comestibles los empleados y sus familias.

El sistema de salud tampoco fue dejado de lado y el hospital de YPF, que contaba con la atención de clínica médica, internación, farmacia, laboratorio de análisis clínicos y radiografías, estaba instalado en el corazón del Campamento Central.

Después del proceso privatizador que comenzó en 1991, la empresa comenzó a desprenderse de los inmuebles. Así se dispuso que los entonces campamentos Uno y Central fueran traspasados al municipio huinculense como dos barrios más de la ciudad.

La comuna se hizo cargo de los servicios retributivos y la cooperativa Copelco de la energía eléctrica y la telefonía. Las viviendas fueron ofrecidas en prioridad a los trabajadores y luego a los vecinos en general.

gentileza/archivo museo carmen funes

Datos

La gerencia de la operadora nacional resolvió dotar de todos los servicios a sus trabajadores para que se asienten cerca de las operaciones.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios