Los motivos que podrían limitar el ingreso de dólares a Vaca Muerta

Los desarrollos de la formación no convencional se verán condicionados por la coyuntura y las restricciones macroeconómicas. Los cuellos de botella y los precios de mercado son obstáculos que deberán sortear.

El año récord que dejó atrás la industria del shale oil en Vaca Muerta tendrá nuevos desafíos que sortear en 2022 y esta vez se enfrentará a una serie de factores que podrían condicionar el crecimiento y limitar el ingreso de los dólares frescos vitales para potenciar el desarrollo.

En el corto plazo, ante las restricciones macroeconómicas, los ambiciosos planes de las principales empresas de la formación quedarán cautivos de la reinversión de sus flujos de caja y, en el mediano plazo, serán los cuellos de botella en las obras de infraestructura las que podrían frenar el crecimiento. Sin embargo, estos no son los únicos elementos que tendrán impacto en el desarrollo y la incertidumbre en la industria sobre ejes clave es alta.

En diálogo con Energía On, petroleras con activos en Vaca Muerta detallaron cuáles serán las principales varíales que podrían influir en el crecimiento del sector y que en lugar de potenciarlo serán otros obstáculos más que deberán esquivar.


Macroeconomía


Si bien el desarrollo de Vaca Muerta avanzó en términos de producción y eficiencia, la macroeconomía es uno de los principales condicionantes a los que se enfrenta. Sobre todo, si se tiene en cuenta que todavía no se conoce la letra chica del preacuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que anticipa un Estado hambriento de reservas y, quizás, mayores restricciones.

Este escenario tiene un impacto distinto para las empresas que ya están en Vaca Muerta y otro para las potenciales interesadas: para las que ya están significará un limitante a la hora de definir inversiones. Estas empresas gambetean el contexto reinvirtiendo su cash-flow y sumando algunas partidas nuevas, a la espera de que en algún momento las restricciones no sean tan ajustadas.

La letra chica del acuerdo con el FMI trae incertidumbre al sector. (Foto: gentileza)

Ahora para las potenciales interesadas en desembarcar, que sumarían nuevos dólares, el escenario es distinto porque acá ya empiezan a considerarse otros aspectos entre los cuales los desarrollos compiten entre sí: en costos y en especial en eficiencia Vaca Muerta es casi igual que otras cuencas de shale como Estados Unidos.

Pero en términos de precios, restricciones de mercado, acceso a financiamiento, cortes de ruta, presión gremial y políticas de promoción -que no llegan ni al debate legislativo- es donde nacen las diferencias y las empresas inclinan la balanza para sus otros proyectos.


Precios


Otra de las principales preocupaciones que tiene el sector es el precio que se paga a nivel local por el barril de petróleo. A partir de marzo del año pasado la brecha entre el precio interno y el internacional comenzó a agudizarse y con los fuertes saltos que se registraron este año anticipa que la presión será aún mayor.

Para tener en contexto, en marzo del año pasado el barril interno cotizó en el orden de los 50 dólares mientras que el mercado externo cerca de 59 dólares. Si bien ambos precios fueron ajustándose cerraron el año con una diferencia de 16 dólares.

Hoy esa brecha está más marcada y a nivel local se paga en el orden de los 56 dólares el barril y los futuros del para marzo y abril dan cuenta de un barril por arriba de los 90 dólares.


Cuellos de botella


No solo las empresas, sino también el gobierno de Neuquén miran de reojo el avance del oleoducto de Oldelval hacia Bahía Blanca que permitiría sumar unos 50.000 barriles nuevos a la capacidad de evacuación. Esto es nada más y nada menos que la posibilidad de transportar casi otro Loma Campana.

Por otra parte, la puesta en marcha del Oleoducto Trasandino (OTASA) es otra de las variables que podría condicionar los planes de las empresas y por consiguiente la inyección de dólares frescos. La última vez que registró actividad este caño fue en febrero de 2006 y necesita reacondicionarse.

En núneros

150.000
barriles en capacidad de transporte se sumará cuando Oldelval termine su ampliación y Otasa vuelva a operar.

Si se tienen en cuenta los planes de crecimiento de producción que maneja la provincia para este año y el 2023, estas obras son clave: según detalló el propio gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez la provincia proyecta llegar a los 300.000 barriles de petróleo este año y para el 2023 a los 400.000 barriles diarios.


Qué planean las empresas


En el segmento del crudo, las petroleras de la formación planean continuar con el desempeño productivo que se vio el año pasado, sobre todo a partir del segundo semestre. Se espera no solo que mantengan el nivel de inversiones para sostener los rindes actuales, sino también para continuar con los incrementos mensuales evitando que se marque el declino natural de los pozos.

YPF, Shell, Pan American Energy y Pluspetrol son apenas algunas de las empresas que terminaron o tienen en marcha proyectos y obras para ampliar la capacidad de procesamiento y transporte en Vaca Muerta, en línea con sus planes de aumentar producción. Esto es un indicio de cuáles son las ideas de un puñado de las firmas líderes del sector, sin embargo, los factores que se enumeraron más arriba podrían jugar en contra y dificultar el ingreso de dólares este y principalmente el próximo año.

Hay diversos planes marcha para incrementar producción, pero se necesitan caños troncales. (Foto: gentileza)

En el segmento del gas, con las rondas licitatorias que lanzó el gobierno nacional el año pasado, enmarcadas en el exitoso Plan Gas.Ar, se garantizó que los ductos estén topeados este año, si no hay factores externos que jueguen en contra. Ahora para incrementar la producción se necesitan avances en el programa de ampliación de gasoductos Transport.Ar.

Precisamente el miércoles se publicó la Resolución 67/2022 con la que el gobierno oficializó el programa, y el viernes a la tarde Presidencia comunicó la firma de un DNU que permite avanzar con la licitación del gasoducto a Vaca Muerta, Néstor Kirchner. Sin embargo, las demoras anticipan que el caño no estará disponible en su capacidad total anunciada para el invierno de 2023, ya que requiere de, al menos, 18 meses de construcción.


Del salto de escala al salto de fe


Si quedaban dudas del recurso geológico o del expertise de las petroleras de Vaca Muerta, el sostenido crecimiento de la producción que se logró durante el 2021 -principalmente en el contexto en que se dio- dejó a la vista el potencial y la oportunidad que significa.

Sin embargo, el ansiado salto de escala que permitiría hacer realidad el proyecto exportador de energía de la mano del shale está entrampado en la coyuntura y por ahora se asemeja más a un salto de fe.


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