CALF tiene una intensa historia al servicio de la comunidad: conocé sus principales hitos
La Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza, CALF, conservó ese nombre que se forjó desde 1933 hasta la fecha plazo en el que diversificó sus servicios al original de la electricidad como el gas licuado, teléfonos, sepelios, salud, artículos para el hogar, comunicaciones y educación.
Según La revista de CALF, antes del nacimiento de la cooperativa, el servicio de energía eléctrica fue prestado, primero por la Compañía Sudamericana de Servicios Públicos, Sudam, y luego por Usinas Unidas Limitada, empresa que puede considerarse un desprendimiento de la primera dado que fue creada por uno de sus funcionarios.
Usinas Unidas fue, desde que comenzó a funcionar en 1932, blanco de cuestionamientos de los comerciantes y vecinos de la entonces capital del territorio nacional del Neuquén por sus altas tarifas y escasa calidad en el servicio.
El descontento con las tarifas y la imposibilidad de acceder al servicio fueron los hechos que crearon el ambiente necesario para que los vecinos de Neuquén tomaran la iniciativa de crear una organización comunitaria de servicios públicos.
El domingo 30 de julio de 1933 se realizó una reunión en el entonces hotel Confluencia –hoy es la sede central del Banco Provincia del Neuquén- en la que surgió la idea de crear una usina del pueblo. La convocatoria había sido mediante un volante firmado por “varios propietarios”.
CALF: Promoción del conocimiento, otra gran meta
En esa reunión se nombró una comisión provisoria que, un mes después, dio a conocer la intención de crear la usina cooperativa de luz y fuerza de Neuquén. El concejo municipal sancionó una ordenanza para adherir a la entidad.
Estas acciones derivaron en la asamblea constitutiva que se realizó en el cine La Armonía el 17 de diciembre de 1933 donde se eligió el primer consejo de administración presidido por Ángel Pérez e integrado por Luis Guiñazú, Antonio Arias, Javier Salvadó, Eduardo Castro Rendón, Remigio Bosch y Vicente Chrestía.
Hubo hitos de relevancia como la piedra fundamental del edificio central de Mitre y Bahía Blanca, el 11 de septiembre de 1935, y en junio de 1938 cuando llegaron los primeros motores para la usina. Fue en noviembre de 1938 que comenzó fehacientemente a prestar el servicio de distribución de energía tras superar escollos burocráticos con las autoridades del concejo municipal; financieros porque se tuvo que salir a vender cuotas de la cooperativa entre los vecinos y pedir un crédito avalado por la municipalidad; y políticos por la presión que hacía Usinas Unidas para continuar con el servicio en términos monopólicos.
El servicio más importante que brinda CALF, tras 89 años, es el de distribución de energía y, desde su fundación, se preocupó por brindar soluciones solidarias a problemas sociales y de servicio en la ciudad de Neuquén.
El 12 de septiembre de 1969 inició su actividad CALF Hogar como una alternativa en el mercado de comercializaciones de artículos para el hogar con el fin de tener un precio justo y los planes de crédito accesibles a los asociados.
El 20 de febrero de 1972 se inauguró una planta fraccionadora de gas en garrafas, servicio que se extendió a otras ciudades de Neuquén y de la vecina Río Negro.
El 17 de noviembre de 1972 inició su acción cooperativa en Plottier con un servicio de teléfonos para 500 abonados. El 8 de diciembre de ese año se creó el Instituto de Acción Cooperativa para capacitar a grupos de trabajo y dictar cursos de formación relacionados con la electricidad.
El 12 de febrero de 1977 se creó el servicio de sepelios que nació, primero, como una sucursal de la asociación mutualista Ocaso de Cipolletti y luego se independizó.
Se sumaron otros servicios como La revista, CALF Salud, Radio Universidad CALF y emergencias médicas.
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