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Polémica internacional: por la ola de calor en Brasil, Argentina quema sus reservas de GNL del verano

Desde ayer y hasta mañana está previsto el uso de GNL ante la caída de los envíos de Bolivia. Desde YPFB se recortó a la mitad los despachos al país y se redireccionó el mismo volumen hacia Brasil, en una maniobra que implica un mayor costo para Argentina.

Las elevadas temperaturas que se vienen registrando en Brasil dispararon el uso de aires acondicionados en ese país, pero por una concatenación de acciones que involucran a Bolivia, ayer fue Argentina la que terminó pagando un mayor costo, ya que no solo debió quemar parte de las reservas de gas natural licuado (GNL) que se dejan para el verano, sino que lo hizo quemando un gas mucho más caro que el que recibieron los brasileños.

El Reporte Diario del Sistema del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) reveló ayer por la mañana que, a pesar de que las temperaturas en Argentina se encontraban dentro de lo habitual, desde el buque regasificador de Escobar se estaban inyectando un total de 3 millones de metros cúbicos de gas licuado en las redes del país.

Este tipo de gas, que se importa en buques a pedido de la firma estatal Energía Argentina (Enarsa) se utilizan en los inviernos para completar el consumo del país, y en este año -como en anteriores también- se dejó un cargamento entero en el buque regasificador de Escobar para poder atacar las clásicas olas de calor del verano, que representan un segundo pico de consumo de energía en el país.

Esa reserva de gas para contingencias fue la que ayer comenzó a ser quemada, a ser inyectada en las redes del país por instrucción de la misma Enarsa, a raíz de que desde Bolivia se achicó a la mitad la cantidad de gas que por contrato debían enviar.

De acuerdo a la última adenda del contrato de importación de gas, desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe enviarse en esta época del año un mínimo de 4 millones de metros cúbicos de gas por día, que son necesarios para cubrir el consumo de las siete provincias del Noroeste Argentino.

Pero desde el miércoles los envíos de YPFB se desplomaron a solo 2 millones de metros cúbicos, la mitad del mínimo a raíz de que la firma estatal boliviana elevó los despachos hacia Brasil para atender a sus pedidos ante la ola de calor.

Brasil importa habitualmente 16 millones de metros cúbicos de gas por día desde Bolivia, pero ya el miércoles esos despachos se habían elevado a 17 millones y ayer llegaron a los 18 millones de metros cúbicos. Es decir que desde YPFB se dejaron de enviar 2 millones de metros cúbicos de gas a la Argentina y ese mismo volumen se redireccionó a Brasil.

La alternativa de Argentina fue entonces apelar a su reserva de GNL, en una maniobra que implica literalmente quemar parte del acopio para las olas de calor del verano, dado que el cargamento que se guardó para tal fin cuenta con menos de 57 millones de metros cúbicos, y entre ayer, hoy y mañana se prevé utilizar 9 millones de metros cúbicos.


Un mayor costo para Argentina


Pero además, este es un reemplazo costoso para la Argentina ya que mientras debería haber pagado 7,50 dólares por millón de BTU por el gas que no recibió de Bolivia, terminó ayer quemando el GNL que se pagó a 13,54 dólares.

Y en una polémica internacional, la triangulación de despachos le permitió a Brasil recibir más gas de Bolivia, el cual tienen fijado por contrato que pagan a razón de solo 6 dólares por millón de BTU.

Desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se elevó los despachos a Brasil y se bajó a la mitad el gas para Argentina.

La programación semanal del Enargas da cuenta de que hasta mañana sábado las entregas de gas de Bolivia a la Argentina seguirán a la mitad de lo que fija el contrato y que en esos días desde el buque de Escobar se inyectarán 3 millones de metros cúbicos de gas regasificado y caro.

Fuentes oficiales del gobierno reconocieron que la carga que se deja en Escobar es para atender a contingencias, como esta. Y sumaron que si bien para hoy es correcta la proyección de una inyección de GNL de 3 millones de metros cúbicos, la contingencia es monitoreada de cerca y podría cambiar.

Más allá de esta coyuntura internacional, en la industria son varios los actores que siguen de cerca lo que sucederá a mediados de diciembre, justo luego del cambio de gobierno, dado que se espera el ingreso de una ola de calor que afecte a la zona de Buenos Aires.


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