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Vaca Muerta: una oportunidad para responder a la crisis energética mundial

Una prestigiosa consultora estadounidense destacó el potencial exportador de la formación. Ponderó su productividad, baja huella de carbono y proyección de ingresos para el país.

El potencial de Vaca Muerta y la oportunidad que significan sus recursos volvieron a trascender las fronteras locales y una prestigiosa consultora internacional posicionó a la formación como uno de los canales para responder a la crisis global de energía.  

Se trata de la consultora McKinsey & Company que además de las características de la roca, la productividad y la eficiencia, destacó que Vaca Muerta tiene una de las huellas de carbono más bajas del mundo (ver aparte). Un punto puesto en análisis raras veces, pero que es de suma importancia teniendo en cuenta los ajustados objetivos de descarbonización que tienen la mayoría de los países importadores de hidrocarburos.

“Hoy existe una necesidad urgente de un mayor suministro de energía segura, confiable y asequible para los mercados globales a corto y mediano plazo (…) y la formación Vaca Muerta de Argentina muestra potencial para aumentar la oferta global”, dice el informe de la consultora.

El crecimiento sostenido en la producción y en la eficiencia alcanzado en los últimos 2 años, sumado a las proyecciones para los próximos años y los multimillonarios desarrollos en marcha, revalorizaron nuevamente los hidrocarburos no convencionales de la formación.

La intensidad de carbono del petróleo de Vaca Muerta está muy por debajo del promedio mundial. Esto significa que una mayor producción de exportación de Vaca Muerta podría ayudar a reducir la intensidad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y aumentar el suministro de petróleo asequible y confiable a medida que la industria cambia”, subrayaron desde McKinsey & Company.

La hoja de ruta oficial que se planteó para Neuquén de la mano de Vaca Muerta hasta 2030 fija una producción de 750.000 barriles por día y de 140 millones de metros cúbicos de gas por día.


El rol de los combustibles fósiles y Vaca Muerta


En un informe previo de la misma consultora titulado “Perspectivas globales energéticas 2022” se planteó que los combustibles fósiles aún tienen un papel fundamental que desempeñar en los próximos años.

En núermos

20%
es el techo que se proyecta para el incremento en la demanda de gas natural a nivel mundial.

Resta solo que mencionar que hacia 2035 se espera que la demanda de gas natural aumente entre un 10% y un 20% en comparación con la actualidad. Además, se espera que represente una parte relevante de la demanda total de energía primara para 2050.

“Esto significa que, en todos los escenarios, los combustibles fósiles continuarán llenando los vacíos en la combinación energética a medida que el mundo haga la transición a fuentes de energía alternativas”, indicaron desde McKinsey & Company.

Los recursos de shale se posicionan como un elemento de certeza para cubrir la demanda energética. (Foto: gentileza)

Teniendo en cuenta el contexto internacional actual de alta volatilidad, fogoneado por los recientes eventos geopolíticos, es que el shale se posiciona -dice la consultora- como un elemento de “certeza”. Valoran principalmente la modularidad de gastos, así como también el corto tiempo entre la perforación y la -alta- producción, en relación con los proyectos convencionales.

Argentina cuenta con la segunda reserva de gas no convencional más importante del mundo y la cuarta en el caso del petróleo. Además la geología de Vaca muerta es comparable a las principales formaciones de Estados Unidos: Permian, Delaware y Midland”, resaltó la consultora.


Las ventajas de Vaca Muerta respecto a Estados Unidos


Como se sabe, los pozos de shale alcanzan su máxima productividad al comienzo de su vida útil y luego declinan rápidamente. Si bien en Vaca Muerta sucede lo mismo que en otras cuencas de shale, se destaca que la formación ofrece tasas comparativamente altas, que se asocian con una mayor recuperación esperada.

En números

82.000
barriles de petróleo durante los primeros 90 días de vida alcanzaron pozos de Vaca Muerta en 2021.

Por citar algunos ejemplos, los pozos de 2021 en Vaca Muerta lograron una producción máxima de 82.000 barriles de petróleo durante los primeros 90 días de vida, frente los 76.000 barriles de Delaware, en el mismo período.

Además, los pozos de las últimas campañas de las operadoras, lograron consistentemente cerca de un 23% más de producción acumulada que los de Delaware.

En números

US$ 36
por barril de petróleo es el break even técnico que tiene Vaca Muerta y en el caso del gas es de US$ 1,60 por MMbtu.

“En términos económicos, nuestra investigación muestra que el precio de equilibrio de Vaca Muerta para el petróleo es de US$ 36 por barril y de US$ 1,60 por millón de BTU. Están en línea con la mayoría de los campos no convencionales de EE. UU., entre US$ 34 y US$ 51 por barril y de US$ 1,30 a US$ 1,80 por millón e BTU”, aseguran desde McKinsey & Company.

No solo esto, sino que también afirman que los mayores costos de perforación que hay en el país, son contrarrestados principalmente por una mayor productividad en los pozos.


El lado verde de Vaca Muerta


Un tema poco mencionado, pero que es de un gran valor a la hora de competir con otros mercados, son las características de petróleo de la formación. Además de tener una huella de carbono baja, es de fácil refinación. 

En números, el shale oil de Vaca Muerta tiene menos de 0,5% de azufre, cuando el resto de las cuencas similares oscila entre 1% a 3%. Esto además de ser menos contaminante, hace que sea más fácil de refinar, por lo que requiere tecnologías de refinación menos complejas.

En esta línea, los procesos de producción de Vaca Muerta tienen una intensidad de carbono de 15,8 kilogramos de CO2 por barril equivalente (BOE), esto está entre los más bajos del mundo para proyectos de petróleo y gas. Vale señalar que no detallaron cómo lo calcularon, y que el promedio mundial es de 23 kilogramos de CO2 por BOE.


El potencial exportador y la actividad


Teniendo en cuenta la producción de petróleo total de Argentina, que se ubica por encima de los 600.000 barriles por día, aseguran que podría duplicarse para 2027 y triplicarse para 2032, siempre y cuando Vaca Muerta alcance su potencial. Esto colocaría al país entre los principales 20 exportadores del mundo.

“Desarrollar la actividad de Vaca Muerta probablemente requerirá al menos US$ 45.000 millones en inversiones durante los próximos diez años, lo que también podría ayudar a superar los cuellos de botella de infraestructura”, analizaron.

En números

US$ 45.000
millones en inversiones durante los próximos 10 años requiere la formación para acelerar su desarrollo.

En lo que hace al gas, se estima que para los próximos 5 años se podría alcanzar una producción de casi 153 millones de metros cúbicos por día y de 178 millones de metros cúbicos diarios en 10 años. Esto eliminaría la necesidad de importar gas.

Por otra parte, en términos de actividad -dice el informe- Vaca Muerta necesitaría más que duplicar la cantidad de equipos de perforación actual (30) para llegar a los casi 70 en 5 años. De hacerlo, alcanzaría una relación equipo/acre similar a la de que tiene la cuenca Eagle Ford.

“Las importaciones de equipos y suministros necesarios para impulsar la actividad podrían financiarse por completo con los ingresos del aumento de las exportaciones de petróleo y los ahorros de la reducción de las importaciones de gas”, proyectaron.

Por último, el informe de McKinsey & Company estima el desarrollo de Vaca Muerta podría significarle ingresos federales entre 58.000 a 70.000 millones de dólares, dentro de un período de 10 años.


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