Entre la aprobación y el escepticismo

Activistas y expertos en Colombia hicieron notar ayer la importancia de los anuncios. “Es el primer acuerdo que se ha suscrito en 40 años de conflicto alrededor del tema crucial de la tierra, en ningún otro intento, ni en ninguna otra conversación, se llegó ni siquiera a un texto como este”, dijo a la AP, Camilo González, presidente de la organización no gubernamental Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). “Me parece que se está confirmando que este proceso es diferente a los anteriores’’. Pero otros como Alfredo Rangel, director del “Centro Seguridad y Democracia” de la Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá, no se mostraron tan optimistas. “Las FARC no ha cedido absolutamente en nada, lo que se conoce son solamente enunciados de ese acuerdo, no sabemos nada de sus contenidos y este es un acuerdo parcial”, dijo Rangel, para quien el anuncio fue una pura formalidad. Mientras también se resaltó el ánimo negociador. “Es un paso una significación muy grande” de que tanto los rebeldes como el gobierno llegaron a “flexibilizar posiciones” en “un tema estructural”, dijo Iván Cepeda representante a la Cámara por el izquierdista partido Polo Democrático Alternativo.


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