Es la mejor época para escuchar de cerca el canto de las aves

En la primavera las aves migratorias empiezan a llegar. A su vez, se activan las aves locales, en lo que es apareamiento y reproducción. Hay que salir a su encuentro para descubrir una actividad que da paz.

Mientras en el mundo más personas salen a la búsqueda de experiencias en la naturaleza la observación de aves crece como actividad. En esta fecha, los pájaros se arreglan para conquistar, muestran sus plumas y cantan como Luciano Pavarotti. Es el mejor momento para agarrar los binoculares y salir al encuentro.

Cecilia De Larminat, integra el Club de Observación de Aves (COA) de Las Lajas , en Neuquén, y ama la actividad. Destacó que en este momento es posible escuchar cantos notables, ver plumajes vistosos. Las aves llevan alimentos a sus pichones y es más fácil verlos en actividad, pero para ella toda época del año es buena para observar aves.

Plumas verdes al sol: un Cachaña (Enicognaths ferrugineus). Fotos de Cecilia De Larminat

Ahora llagan a Patagonia las aves migratorias. Algunas lo hacen para reproducirse y en marzo-abril se van, como la tijereta, el churrinche, golondrinas y dormilonas. Las migratorias de larga distancia vienen desde el Ártico en su época no reproductiva. Los pitotoy, playeritos, falaropos no son tan fáciles de ver pero para los observadores son un desafío.

Ella hace rato sigue el vuelo de las aves, y en este tiempo vio como creció la actividad. “Hace siete años descubrí una dimensión que no conocía, en la que no reparás y de repente se convierte en un hobbie, un vicio, un fanatismo. Es un camino de ida, te metes y no paras”, dijo Cecilia.

Hay una mirada más especial sobre el ambiente y la naturaleza. “Siempre espero encontrar el ave que nadie vio. Creo que es el anhelo de cada pajarero. Más allá de eso, es un disfrute. Cuando uno sale a la mañana, tranquilo tenés momento de mucha cercanía e intimidad con las aves. Podés hacerlo solo, en grupo, en familia. Salir a caminar o sentarte a la orilla del río”, cuenta.

Un pato de torrente macho, al agua. Su nombre científico es Merganetta armata. Fotos de Cecilia De Larminat

Los que lo hacen juran que es un renacer, que hace bien y es sanador. Ir atento a ese encuentro con la naturaleza, con esa especie con la que cruzas miradas.

Cecilia piensa y da algunas recomendaciones para el que quiera arrancar. No se puede hacer con mascotas, en grupos muy grandes o a los gritos. Las primeras veces conviene salir con un pajarero amigo que los acompañe. Y no hay que pensar que en que en la primera salida van a ver cincuenta especies.

“Hay que salir tranquilos, a la mañana temprano o a la tardecita, después de la lluvia o un temporal de viento. Si tienen binoculares mejor, ayudan un montón. Si se pueden instalar la aplicación de Aves Argentinas en el celular o llevar una guía de aves es ideal. Hay que cuidar a las aves, respetarlas y siempre será un disfrute”, concluye.

Churrinche (Pyrocephalus rubinus). Fotos de Cecilia De Larminat.

Datos sobre el avistaje

Octubre es el mes de las aves, se hacen festivales porque las aves migratorias empiezan a llegar. Se activan las aves locales, en lo que es apareamiento y reproducción.

En Río Negro y Neuquén existen Clubes de Observadores de Aves (COAs), que son asociaciones civiles que nuclean a todas las personas amantes de la naturaleza y de las diversas especies de aves.

Los COAs organizan salidas de campo, muestras fotográficas, eventos especiales para socializar entre los observadores.

Recomendaciones: siempre avisar adónde irás, no entrar en lugares sin permiso, llevar libreta y anotar detalles: sobre cómo era, cómo cantaba.


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