Escala la tensión en Salud en vísperas de la segunda ola en Neuquén
El conflicto con los trabajadores de los hospitales de Neuquén tuvo su capítulo político que enrareció más el clima. Se suma el paro de los profesionales y la amenaza de cortar rutas durante el fin de semana largo de semana santa y perjudicar al turismo.
Los profesionales del sistema público no logran respuestas a su reclamo (Yamil Regules)
La inminente llegada de una segunda ola de covid-19 o el bloqueo de rutas que impidan el turismo durante Semana Santa. Acaso alguna de las dos amenazas pueda forzar una resolución del conflicto del sistema de salud en Neuquén cuya escala pareciera crecer día a día.
Los profesionales médicos agremiados en el Siprosapune realizaron ayer otro día de paro y “lapiceras caídas” en los hospitales con una marcha en el centro de la capital, mientras otro grupo, el de trabajadores autoconvocados, reunió a diputados de la oposición para buscar una intervención política.
Una comisión de legisladores llevará hoy una nota a la ministra de Gobierno, Vanina Merlo, para solicitarle una audiencia. Ayer escucharon el reclamo de los trabajadores sanitarios representantes de los bloques del Frente de Todos, Juntos por el Cambio, el FIT y la Democracia Cristiana.
La palabra del gobierno llegó de la mano de Merlo, quien reiteró que los manifestantes no tienen legitimidad para realizar protestas y cuestionó la intervención de la delegada local del ministerio de Trabajo de la Nación, Asunción Miras Trabalón. “Pretende sacar un rédito electoral”, aseguró la funcionaria.
El gobierno llevó su queja al propio ministro nacional de la cartera, Claudio Moroni, quien terminó dándole la razón: dejó sin efecto la convocatoria a una audiencia de conciliación hecha por Trabalón y le quitó intervención en el conflicto. Para destrabar la situación, en cambio, no presentó ninguna alternativa.
Los trabajadores autoconvocados anticiparon que llevarán el reclamo a un sector estratégico de la ruta en Semana Santa: desde el jueves bloquearán la 22, a la altura de Arroyito, y en la rotonda que deriva a la 237. La medida solo se revertirá si aparece antes una convocatoria al diálogo de parte del gobierno.
El principal impacto del conflicto, sin embargo, sigue estando dentro de los hospitales y centros de salud. El acatamiento al paro de profesionales médicos, enfermeros y personal operativo repercute sobre la atención en vísperas de la llegada del invierno y una posible segunda ola de covid-19. También se suma a la renuncia de intensivistas en el hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad de la provincia, y que generó una reducción a un tercio las camas UTI para pacientes críticos.
De los 11 profesionales que habían presentado la acción de amparo contra la provincia por la saturación del servicio, solo quedaron seis.
Semana santa con turistas
Los ministros de Salud de todas las provincias se reunieron ayer con su par nacional, Carla Vizzotti, y con el titular de la cartera turística, Matías Lammens, para definir estrategias sanitarias en las vísperas de Semana Santa.
“La situación en la que nos encontramos se diferencia de la temporada turística de verano por el aumento de casos y una mayor circulación del virus”, definió la ministra de Salud de Neuquén, Andrea Peve, quien planteó que nuevamente se apelara a la “responsabilidad individual” para extremar los cuidados y cumplir los protocolos.
Hasta ayer, el gobierno provincial no había anticipado si desplegará controles especiales para garantizar que se cumplan los protocolos durante el fin de semana largo. Tampoco ha adelantado si evaluará futuras restricciones en caso de que comiencen a crecer nuevamente los contagios diarios.
Si bien prácticamente todas las actividades económicas están abiertas, en la mayoría de las ciudades de Neuquén sigue vigente un horario límite para bares y restaurantes.
En marzo, el gobierno autorizó la apertura de los locales gastronómicos hasta las 2, con media hora de tolerancia.
En tanto la circulación general se mantiene de 7 a 22, aunque con escasos o nulos controles
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