«Espero que no haya estado lúcido»

CIPOLLETTI (AC).- Fue un momento doloroso, angustiante. Carlos Pablo se quebró cuando el forense Felipe Bruno empezó a explicarle al Tribunal una de las medidas terapéuticas «inadecuadas» que se tomaron en terapia intensiva. «Espero que el paciente no haya estado lúcido», empezó a decir. Y Pablo estalló en lágrimas.

La tercera jornada de debate fue atípica. Primero, porque se permitió que los tres peritos de la Corte Suprema de Justicia ingresaran juntos a declarar. Y segundo, porque dada la complejidad de los temas médicos que se exponen, el Tribunal volvió a permitir (como en la segunda audiencia) que los imputados Pablo Kirilovsky, Fabiana Aguirre Neira, Víctor Joaquín Andrade y Nelson Fernández Santivañez, realizaran preguntas a los testigos.

Así y todo, las respuestas que dieron los forenses lejos estuvieron de aliviar la situación de los procesados.

El juicio comenzó con la declaración de César Carreño, el médico cardiólogo que le hizo el ecocardiograma a Facundo Pablo. Uno de los hechos que se le reprocha a los terapistas es que este estudio se realizó en forma tardía. Los forenses también lo remarcaron. «No sé por qué en un cuadro de esta emergencia un ecocardiograma, que podría haber aportado tanto, se hace al otro día», dijo Bruno.

Si bien Andrade en su indagatoria aseguró que esta práctica la solicitó antes de las 14 del 7 de abril (el paro ocurrió alrededor de las 11:45) , Carreño declaró que lo llamaron «después de las 12 de la noche» y que no pudo ir porque estaba enfermo. Recién concurrió en la mañana. No recuerda que le dijeron que se trataba de una urgencia pero «la sensación es que no», porque si así hubiera ocurrido podría haber llamado a otro profesional. En el sanatorio en ese momento él era el único que hacía este estudio.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios