Cómo cuidar tu huerta en invierno: guía práctica para seguir cosechando con frío

Tener una huerta en casa también es posible durante el invierno. Con los cuidados correctos, podés proteger tus cultivos, mantenerlos sanos y seguir cosechando alimentos frescos todo el año.

El invierno no tiene por qué ser una pausa en tu huerta. Aunque las temperaturas bajen y el sol sea menos intenso, con algunos ajustes simples es posible mantener tu espacio verde productivo y saludable. En esta guía práctica te contamos cómo cuidar tu huerta en invierno, qué podés plantar y cómo proteger tus cultivos del frío.


Qué plantar en la huerta durante el invierno

Foto: deraiz.ar

La elección de cultivos resistentes al frío es clave para que tu huerta siga funcionando en esta época. Existen muchas variedades que toleran bien las bajas temperaturas y que incluso se benefician del clima fresco.

Algunas especies recomendadas para el invierno:

  • Acelga
  • Espinaca
  • Rúcula
  • Lechuga mantecosa
  • Habas
  • Rabanitos
  • Zanahorias
  • Cebolla de verdeo
  • Aromáticas como perejil y cilantro

Estas hortalizas tienen crecimientos lentos pero firmes, ideales para el ritmo estacional.


Cómo proteger la huerta de las heladas

Una de las amenazas principales en esta época del año son las heladas. Si no se prevén medidas de protección, pueden afectar seriamente los cultivos.

Consejos para cuidar la huerta del frío extremo:

  • Cubrí las plantas por la noche con telas antiheladas o mantas viejas.
  • Si trabajás con macetas, ubicá las más sensibles contra paredes soleadas o reparadas.
  • Creá mini invernaderos caseros usando botellas de plástico, cajones o estructuras con nylon transparente.

Cuánto y cómo regar en invierno


Durante los meses fríos, la tierra conserva la humedad por más tiempo. Por eso, es importante ajustar el riego para evitar excesos.

  • Reducí la frecuencia: tocá la tierra antes de regar. Si está húmeda, esperá.
  • Regá al mediodía: evitá el anochecer, ya que la humedad nocturna favorece los hongos y puede congelarse.
  • Usá agua a temperatura ambiente o tibia si es posible.

Observación diaria: clave para anticiparse a los problemas

Cuidar una huerta también implica observar. Prestá atención a las señales que te dan tus plantas: hojas amarillas, manchas, crecimiento detenido o plagas pueden ser síntomas de estrés por frío o falta de nutrientes.

Una huerta saludable es aquella que se monitorea con regularidad.


Nutrición del suelo: compost y abono orgánico

En invierno, la actividad microbiana en el suelo disminuye, por lo que es importante reforzar la nutrición de forma manual.

  • Agregá compost o humus de lombriz cada 15 o 20 días.
  • Incorporá restos de cocina (cáscaras, posos de café, hojas secas) bien descompuestos.
  • Usá mulch (cubiertas vegetales) para conservar mejor la humedad y la temperatura del sustrato.

Sí, es posible tener una huerta en invierno

Aunque el invierno representa un desafío, también es una oportunidad para seguir cultivando y aprendiendo. Con estos consejos, tu huerta de invierno puede mantenerse viva, productiva y llena de color, incluso cuando el abrigo no se negocia.

Verduras frescas, orgánicas y de estación, sin salir de casa. ¿Hay algo mejor?


Con información de deraiz.ar



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