La planta similar a la menta que protege el hígado y ayuda a prevenir enfermedades hepáticas

Tiene compuestos que favorecen la depuración del organismo, reducen la inflamación y podrían prevenir el avance hacia cuadros severos como la cirrosis.

En el universo de las plantas medicinales, el toronjil se destaca por sus múltiples propiedades beneficiosas, en especial para la salud hepática. Conocida también como melisa, esta planta originaria de la región del Mediterráneo es utilizada desde hace siglos por sus efectos relajantes, digestivos y antioxidantes. Pero además, investigaciones actuales resaltan su potencial para prevenir enfermedades del hígado, incluyendo el hígado graso y la cirrosis.

El hígado cumple un rol esencial en el organismo: actúa como un filtro que depura toxinas, participa en la metabolización de grasas y produce bilis para facilitar la digestión. Sin embargo, factores como el sedentarismo, una mala alimentación y el consumo excesivo de alcohol pueden afectar su funcionamiento y favorecer la aparición de hígado graso, una condición cada vez más frecuente.

El toronjil aporta ácido rosmarínico, flavonoides y antioxidantes, compuestos naturales que ayudan a disminuir la inflamación y combatir el estrés oxidativo, dos factores clave que intervienen en el desarrollo del hígado graso. Su consumo regular, en el marco de un estilo de vida saludable, puede favorecer la función hepática y actuar como una herramienta preventiva frente a enfermedades más complejas.

Cómo actúa sobre la cirrosis


Cuando el hígado graso no se trata a tiempo, puede evolucionar hacia cuadros más graves como la cirrosis hepática, una enfermedad crónica que deteriora de forma progresiva el tejido hepático. En casos avanzados, la cirrosis puede llevar a una insuficiencia hepática o incluso al desarrollo de cáncer de hígado.

En este contexto, el toronjil se posiciona como una alternativa natural para fortalecer la función hepática y frenar el avance de estas patologías. Su acción depurativa facilita la eliminación de toxinas y el exceso de grasa, contribuyendo a desinflamar el abdomen y mejorar la digestión.

Más beneficios del toronjil


Además de sus efectos sobre el hígado, esta planta es reconocida por su capacidad para aliviar síntomas de infecciones virales, como los herpes. Un estudio realizado en Berlín en 1999 demostró que el extracto seco de toronjil, aplicado varias veces al día sobre la zona afectada, acelera la cicatrización y reduce el malestar.

Los principios activos del toronjil actúan rápidamente sobre molestias como picazón, ardor, hinchazón y hormigueo, lo que la convierte en una opción eficaz dentro de los tratamientos naturales.

Otras plantas útiles para el cuidado hepático


El toronjil no es la única especie vegetal con propiedades beneficiosas para el hígado. Entre las más destacadas también se encuentran:

  • La alcachofa, que estimula la producción de bilis y mejora la digestión de grasas.
  • El diente de león, que ayuda a desintoxicar el hígado y a reducir los procesos inflamatorios.

Estas plantas, utilizadas en infusiones o como extractos, pueden complementar un tratamiento hepático, siempre que se integren a una dieta equilibrada y se acompañen de actividad física regular.

Una planta accesible y versátil

El toronjil puede cultivarse fácilmente en jardines o macetas, siempre que reciba buena luz solar y riegos moderados. Sus hojas frescas pueden emplearse para preparar infusiones, o bien secarse para conservarlas durante todo el año.

Incorporarla a la rutina diaria no solo puede mejorar la salud digestiva y hepática, sino también promover un bienestar general gracias a sus efectos calmantes y ansiolíticos.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios