El ejercicio que más recomiendan para mayores de 40 con dolores articulares

No requiere equipamiento, mejora la movilidad y reduce la inflamación. Qué dicen los especialistas y cómo empezar sin dolor.

Entre los 40 y los 60 años, muchas personas comienzan a notar dolores en las articulaciones, especialmente en rodillas, caderas y tobillos. Lejos de empeorar el cuadro, mantener el cuerpo en movimiento es clave para evitar el avance de la rigidez y el deterioro. Por eso, caminar todos los días es el ejercicio más recomendado para quienes sufren estas molestias.

Por qué caminar protege las articulaciones


Al caminar, se estimula la producción de líquido sinovial, una sustancia que lubrica las articulaciones y reduce el roce entre los cartílagos. Este movimiento repetido, suave y sin impacto permite que las estructuras óseas y musculares se mantengan activas sin generar sobrecarga.

Mejora la circulación y baja la inflamación


La actividad aeróbica moderada, como caminar, ayuda a disminuir la inflamación sistémica y mejora la circulación sanguínea. Esto repercute directamente en la salud de los tejidos articulares, que reciben más oxígeno y nutrientes. Además, caminar reduce el peso corporal, lo que disminuye la presión sobre las articulaciones más comprometidas.

Se adapta al ritmo de cada persona


Una de las ventajas de caminar es que no requiere una preparación física específica ni un alto nivel de entrenamiento. Se puede comenzar con caminatas cortas de 10 a 15 minutos, e ir aumentando progresivamente la duración o la velocidad. Lo importante es mantener una frecuencia diaria y realizarlo con calzado cómodo.

Más beneficios: equilibrio, ánimo y sueño


Además de aliviar el dolor articular, caminar contribuye a mejorar el equilibrio, la coordinación y el estado de ánimo. También tiene un efecto positivo sobre el sueño y la digestión, lo que lo convierte en un ejercicio completo para quienes buscan bienestar integral después de los 40.

Recomendaciones para empezar sin riesgos


Para iniciar una rutina de caminata segura, se aconseja elegir superficies planas, evitar pendientes pronunciadas y no caminar en horarios de frío extremo. En caso de dolor agudo o inflamación visible, es fundamental consultar antes con un profesional de salud o un fisioterapeuta.