Qué alimentos de invierno pueden comer los perros: cinco opciones caseras que sí están permitidas

En los días fríos, muchas personas eligen compartir un plato casero con su mascota. Pero no todo lo que parece saludable lo es también para ellos. Estas son algunas opciones seguras para cuidarlos sin dejar de mimarlos.

Durante el invierno, es común que quienes tienen mascotas quieran ofrecerles algo más cálido y casero. Pero no todo lo que comemos los humanos es bueno para los animales. Por eso, es importante saber qué alimentos de invierno pueden comer los perros y cuáles deben evitarse por completo.

Desde el arroz con pollo hasta el zapallo hervido, hay varias opciones caseras seguras y nutritivas que podés incluir ocasionalmente en su dieta. Eso sí, siempre como complemento y sin condimentos.


Cinco alimentos permitidos para tu perro en invierno


1. Pollo hervido (sin huesos ni sal)

Fotos gentileza.-

Es una de las fuentes de proteína más fáciles de digerir para los perros. Lo ideal es hervirlo sin piel, sin sal ni condimentos. Puede servirse desmenuzado y tibio, solo o con arroz blanco.

2. Arroz blanco

Es un clásico en las dietas blandas. Aporta energía, es fácil de digerir y se puede mezclar con verduras o carnes. Evitá las salsas o el arroz condimentado. Siempre blando y sin sal.

3. Zapallo o calabaza cocida

Este vegetal es excelente para los perros: rico en fibra, vitaminas y agua. Además, ayuda a regular el tránsito intestinal. Podés hervirlo y pisarlo como puré, sin agregar sal ni manteca.

4. Zanahoria cocida o cruda (en trozos pequeños)

La zanahoria es una opción ideal como snack o acompañamiento. Cocida, se digiere más fácil; cruda, ayuda a limpiar los dientes. Es rica en vitamina A y suele gustarles mucho.

5. Manzana (sin semillas ni corazón)

Una fruta fresca, que en invierno puede servirse a temperatura ambiente. Aporta fibra y antioxidantes, pero debés quitarle las semillas, ya que contienen compuestos tóxicos.


¿Qué no deben comer?

Nunca le des a tu perro cebolla, ajo, chocolate, masas con levadura, huesos cocidos, uvas o pasas. Tampoco restos de guisos, frituras o alimentos con sal y especias.


Un mimo, no un reemplazo

Estos alimentos pueden ofrecerse como complemento ocasional a su alimentación balanceada. Si tu perro tiene problemas digestivos, renales o alguna condición especial, siempre consultá al veterinario antes de hacer cambios en la dieta.