Agua fría en el bebedero: ¿es peligroso para tu perro en invierno?
Qué riesgos hay cuando toma agua muy fría y cómo cuidarlo mejor en los días helados.
Un pequeño cambio en el bebedero puede evitar problemas de salud en los días más fríos. Estar atento al agua que toma tu perro también es una forma de cuidarlo.
En invierno solemos prestar atención al abrigo y al lugar donde duerme nuestro perro, pero el agua que toma también puede afectarlo. Aunque muchas personas no lo notan, el agua fría en exceso puede generar problemas, sobre todo en perros sensibles, mayores o de razas pequeñas.
¿Por qué el agua fría puede ser un problema?
Cuando las temperaturas bajan, el agua que queda en los bebederos en patios o balcones puede volverse demasiado fría para el organismo del perro. Al ingerirla, algunos animales pueden sufrir:
- Dolores estomacales o digestiones más lentas
- Resfríos, especialmente si ya están expuestos al frío ambiente
- Disminución en el consumo de agua, lo que puede afectar su hidratación.
¿Todos los perros corren riesgo?
No todos los perros reaccionan igual. El riesgo es mayor en cachorros, perros mayores, razas pequeñas y aquellos con poco pelaje. También puede afectar a perros que tienen alguna enfermedad previa o están más debilitados en invierno.
Los perros grandes o de razas nórdicas, en cambio, toleran mejor el agua fría, pero aun así conviene mantener ciertos cuidados.
Cómo mantener el agua a una temperatura segura
- Revisá el bebedero al menos dos veces por día, especialmente si está en el exterior.
- Evitá que el agua se enfríe demasiado: podés colocar el recipiente en un lugar techado, protegido del viento o dentro de casa.
- Si tu perro vive afuera, usá bebederos térmicos o poneles un aislante debajo para evitar que el frío del piso enfríe el recipiente.
- Nunca le des agua caliente, pero sí podés usar agua a temperatura ambiente para evitar contrastes fuertes.
¿Y si no toma agua?
Es común que en invierno los perros tomen menos agua, pero es importante que se mantengan hidratados. Para ayudar:
- Sumá caldos naturales sin sal (por ejemplo, de pollo o carne) a sus comidas.
- Podés incluir alimentos húmedos o con alto contenido de agua en su dieta.
Un pequeño cambio en el bebedero puede evitar problemas de salud en los días más fríos. Estar atento al agua que toma tu perro también es una forma de cuidarlo.
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