Tu mascota podría estar estresada y no lo sabés: estas señales lo confirman
Cambios en el comportamiento, actitudes repetitivas o incluso problemas digestivos pueden ser señales de estrés. Qué mirar, cómo actuar y cómo ayudarlas cuando se quedan muchas horas sin compañía.
Perros y gatos también pueden experimentar estrés y ansiedad, especialmente cuando pasan muchas horas solos, en espacios cerrados o sin suficiente estimulación. Aunque no puedan hablar, sus cuerpos y comportamientos dicen mucho más de lo que creemos.
Reconocer estas señales a tiempo puede evitar que el problema se vuelva crónico y que afecte su salud física y emocional. Además, existen formas simples de mejorar su entorno y su rutina diaria, incluso si trabajás fuera de casa.
Señales de que tu mascota está estresada

Algunos signos pueden parecer normales o incluso simpáticos, pero repetidos en exceso o sin motivo aparente pueden estar mostrando un problema. Estas son las señales más frecuentes:
- Ladridos, maullidos o aullidos constantes cuando queda sola
- Destrucción de objetos o muebles que antes no tocaba
- Lamerse o morderse compulsivamente patas, cola o cuerpo
- Falta de apetito o, al contrario, ansiedad por la comida
- Evacuaciones fuera del lugar habitual
- Conductas repetitivas, como caminar en círculos o rascar siempre el mismo lugar
- Hiperactividad repentina o, en otros casos, letargo y poco interés por jugar
Qué hacer si tu mascota pasa muchas horas sola
Si no podés estar mucho tiempo en casa, existen estrategias simples para prevenir o reducir el estrés en perros y gatos:
- Dejá juguetes interactivos o de tipo «inteligente», que los mantengan ocupados y estimulen su mente
- Activá música suave o sonidos relajantes si se quedan solos por varias horas
- Asegurate de que tengan una zona cómoda y segura, con una manta, cama o rincón propio
- Evitá despedidas y saludos exagerados, porque refuerzan la ansiedad por separación
- Rotá los juguetes o escondé premios para que tengan pequeñas misiones durante el día
- Salidas cortas, pero diarias, son clave en el caso de los perros. Aunque no sea una gran caminata, necesitan movimiento y contacto con el exterior
El rol del entorno y la rutina
Los animales son sensibles a los cambios y a la falta de estimulación. Un gato que no tiene dónde trepar, mirar por la ventana o esconderse, puede aburrirse fácilmente. Lo mismo con los perros que no salen o no reciben atención.
Establecer horarios, mantener cierta rutina y asegurarte de que tengan luz natural y estímulos visuales, como observar el exterior o tener contacto con otros animales, mejora notablemente su bienestar.
Cuándo consultar a un veterinario
Si los signos de estrés persisten o se intensifican, lo mejor es consultar con un profesional. En algunos casos, se puede trabajar con etólogos o adiestradores especializados, que ayudan a resolver problemas de conducta sin castigos.
También puede haber causas médicas que estén generando el malestar, por lo que un chequeo general nunca está de más.
Más presencia, más bienestar
No se trata solo de estar más tiempo en casa, sino de hacer que el tiempo compartido sea de calidad: caricias, juegos, contacto y rutinas que den seguridad. Como pasa con los humanos, el estrés no desaparece solo, pero con atención, afecto y algunos ajustes, tu mascota puede recuperar el equilibrio y sentirse mucho mejor.
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