Estudiante se fracturó una vértebra en una excursión en Bariloche

SOCIEDAD

BARILOCHE (AB).- Una chica de 17 años que llegó a Bariloche en viaje de egresados desde la ciudad de Buenos Aires, permanece internada a la espera de una derivación, luego de sufrir la fractura de una vértebra durante una excursión de aventura programada por la empresa de turismo estudiantil que la trajo hasta aquí. La madre, que debió viajar de urgencia, denunció penalmente a la compañía y al prestador del servicio.

La denuncia es contra los empleados de la empresa Upgrade y el personal del complejo El Rebenque. El hecho ocurrió el pasado lunes 25, durante una excursión de aventura en el circuito de la zona este. “Hice la denuncia para que esto no le pase a ningún chico más”, dijo Vanina Veigas junto a la cama del Hospital Privado Regional donde su hija Camila descansa mientras espera el traslado a Buenos Aires.

Camila es estudiante de la escuela Che Guevara, del barrio porteño de Parque Avellaneda, y llegó a Bariloche junto a otros 13 compañeros de curso en viaje de egresados.

El grupo compartió la excursión vespertina de aventura en camionetas 4×4, que se realiza en el circuito El Rebenque, donde sufrió un severo golpe que le provocó una fractura en la tercera vértebra lumbar, por la que deberá ser sometida a una implantación de prótesis, y el aplastamiento de otras tres.

En diálogo con “Río Negro”, Veigas atribuyó el episodio a “un acto de negligencia” de las prestadoras del servicio.

En la presentación penal detalló que la 4×4 en la que viajó su hija no tenía cinturón de seguridad, “los asientos se movían”, la menor fue ubicada en un lugar sin asiento y el casco no tenía la traba de seguridad.

Camila resumió a este diario lo ocurrido y aseguró que pasaron varias horas hasta que le devolvieron su celular para llamar a su familia, cuando ya estaba internada con diagnóstico de fractura.

La joven relató que fueron a una llamada “4×4 night”, que “simula una excursión de montaña con rocas y pozos, es de riesgo y aceleración y todo el tiempo te incentivan y preparan para que estén desaforados y pidan más velocidad”.

“Iba sentada sobre un cojín y le dije al chofer que no había cinturón de seguridad a lo que me respondió: ‘no importa, te vas a reventar igual’ y empieza a manejar zarpado, con una aceleración que nos hacía saltar para todos lados”, dijo. Aseguró que le pidieron “que baje los decibeles pero siguió igual, en uno de los pozos que agarró salí impulsada hacia y luego caí de lleno sobre el metal porque los asientos se habían volado y ahí sentí que no podía respirar del dolor”.