Evo, duro con opositores, niega nueva reelección

Les dijo ´traidores´ y señaló que los castigó el pueblo. Afirmó que no aspira a un nuevo mandato.

LA PAZ.- El presidente Evo Morales habló de un diálogo con sus diezmados opositores pero no tuvo un gesto de reconciliación con ellos, a quienes llamó traidores tras su aplastante victoria electoral del domingo que le permitirá gobernar sin sobresaltos hasta el 2015.

Consultado sobre si aspira a un nuevo mandato en 2015, tras haber afirmado el domingo que el que iniciará el 22 de enero será su primer período bajo la nueva Constitución, respondió: «No es interés de Evo la reelección. Sólo expliqué la nueva Constitución. Si alguien quiere hacer una mala interpretación, puede hacerlo; yo no».

Sobre los opositores afirmó: «Los traidores del proceso de cambio y los vendepatrias han sido castigados por la conciencia del pueblo´´.

Sostuvo que el 33% de apoyo que logró la oposición proviene del «voto duro de la derecha y los neoliberales´´.

«No significa que no haya diálogo. Siempre habrá una apertura a recoger propuestas. El dialogo es lo más importante y si no hay acuerdos, ahí está el pueblo, está el referendo´´, señaló.

El 60% de los votos le permitirán controlar la futura Asamblea Legislativa Plurinacional.

Los resultados todavía son extraoficiales y el tribunal electoral anunció que los cómputos finales se conocerán en los próximos días.

Para los analistas es una incógnita sobre si Morales girará al centro para atemperar la lucha política que ahondó la polarización en el país en los últimos cuatro años. En la campaña moderó su discurso para seducir a las clases medias que le han dado fuerte apoyo en las urnas.

En la rueda de prensa, habló más de elecciones que de gestión, aunque dijo que el mandato del voto es para «acelerar y profundizar´´ sus políticas y se refirió a la industrialización de los recursos naturales, la lucha contra la pobreza y el desempleo como prioridades.

En abril habrá nuevas elecciones para elegir a gobernadores y alcaldes y se declaró en campaña para enfrentar esos comicios que de ganarlos le permitirán un control de las regiones. Anunció una reunión de gabinete y otra con líderes sindicales y sociales afines para planificar la próxima campaña. No dio luces sobre posibles cambios en su equipo.

El mandatario enfrentó cuatro años de una dura oposición regional y un bloqueo desde el Senado dominado por sus opositores que sumergió al país en una lucha política sin cuartel y obligó a los bolivianos a acudir a la urnas en cinco oportunidades para dirimir fuerzas.

«Ya no hay excusas, ahora el presidente tiene el camino allanado para mostrar gestión´´, dijo el analista Carlos Cordero en referencia al amplio dominio que tendrá el gobierno en las dos cámaras legislativas. Pero puntualizó que en las palabras de Morales «hay la advertencia de un gobierno fuerte y de tender la mano a la oposición´´.

Con una oposición diezmada «lo que veremos será una disputa interna en el gobierno entre una facción moderada y otra radical´´, comentó el analista Gonzalo Mendieta.

El ministro Alfredo Rada habló de tender puentes y crear consensos mientras el dirigente oficialista Jorge Silva dijo que la prioridad será la gestión con un viraje al centro.

Pero el MAS no es un partido, es un movimiento social con distintas corrientes.

Morales tiene ante si el desafío de construir una nueva estructura estatal emergente de la Constitución que otorga más poder a los indígenas y un mejor Estado para mestizos y blancos. (AP)


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios