Exclusivo Suscriptores

¡Extra, extra! Sale el primer diario de Neuquén

El 7 de noviembre de 1908 se imprimieron los primeros 300 ejemplares del semanario Neuquén. Desde 1913 hasta 1948 salió a la calle todos los días.

Un 7 de noviembre de 1908, cuatro años después del traslado de la capital del territorio al paraje Confluencia, se imprimía el primer periódico de la ciudad.
Salía semanalmente y su primera tirada fue de 300 ejemplares. Desde el 2 de septiembre de 1913 comenzó a editarse diariamente y fue el principal medio de comunicación de la ciudad hasta el 24 de diciembre de 1948.

La idea de brindar a la flamante capital de una publicación informativa fue de José Edelman que era dueño de la primera imprenta y de Abel Chaneton, presidente del Concejo Municipal y periodista. El nombre de Chaneton está íntimamente ligado al periódico que llevaba el mismo nombre que el territorio. Ocho años después de imprimirse la primera tirada, el semanario fue la herramienta que utilizaría el periodista para denunciar las atrocidades que se cometieron luego de la evasión de presos en 1916, hecho que quedó registrado en la historia neuquina como “la matanza de Zainuco”.

Pero volviendo al día en que salieron a la calle los primeros ejemplares, los archivos históricos que se guardan en el museo Paraje Confluencia recuerdan que “la impresión se realizó con una antigua prensa tipo Gutenberg, que funcionaba con un rodillo entintado a mano y que realizaba las copias presionando el mismo sobre las hojas en blanco; tarea ejercida por una palanca que se accionaba manualmente. Con este medio se logró una tirada inicial de aproximadamente 300 ejemplares”.

El diario Neuquén de la capital además de ser un medio de información, cumplió la tarea de ser la primera plataforma de publicidad para los comercios de zona.

Una vez más recordamos la impronta que le imprimió Chaneton al periódico, del cual fue su director. Allí denunció las inhumanas condiciones en las que se encontraban los presos de la cárcel neuquina y la cruel matanza de ocho de los 17 “reos” que se escaparon y fueron fusilados en Zainuco, paraje cercano a Primeros Pinos. También publicó varias notas en las que dejó reflejada la indiferencia del Estado nacional frente a la decisión que había tomado el entonces jefe de la policía, Adalberto Staub. Fue quien ordenó matar a los presos que fueron encontrados en un rancho donde se habían alojado para pasar la noche, luego de la fuga.

En 1917, Chaneton fue asesinado en el bar Alegría. Tras su muerte, “el diario quedó en manos de varios administradores hasta que tomaron la posta los hijo de Abel: Alejandro, Juan Carlos, Julio y Alberto”, según consta en las crónicas históricas.


Comentarios