Falta de fe

Siempre hubo infinidad de milagros y curas de enfermedades y plagas, gracias al poder de Dios, por intercesión de Jesús y/o de la Virgen María, aunque seamos ciegos y no lo admitamos. En la década de 1830, existió en París, una epidemia de cólera que mató a veinte mil personas. Se originó en la India y, desde entonces, hubo seis pandemias de cólera, en los cinco continentes, que mataron a millones de personas.

Luego de las apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré, la medalla milagrosa se empezó a distribuir en Francia y los milagros de la cura del cólera, por la intercesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa” se multiplicaron. La difusión de la medalla tuvo una progresión geométrica. Dicen que, en 1876, al morir Santa Catalina, se habían difundido más de mil millones de medallas.

El 25/3/20, el obispo de Leiría-Fátima renovó la consagración de Portugal, España y otros veintidós países al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, para pedir por los enfermos y el fin de la pandemia del coronavirus, unidos en la oración del Rosario.

Resultan llamativos dos hechos puntuales: 1) Argentina no figura dentro de los veintidós países; 2) ante un total de doscientos países -estimado-, solo veinticuatro (10%) se han consagrado. Dios quiera que esta falta de fe no nos condene y que, el mundo, reaccione a tiempo y confíe en la protección divina.

Marcos Machado

DNI 10.889.193

Buenos Aires


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