Familia Riccobon – Paglialunga, pobladora del Alto Valle

Beatriz Carolina Chávez


El conglomerado urbano neuquino fue poblado en los albores del siglo XX por muchas familias de inmigrantes españoles e italianos que vinieron a extraer frutos de su tierra con su fecundo trabajo. Y en cada narración de la historia familiar siempre he recibido la ayuda de personas que colaboran con mi tarea de recopilación de aquellos testigos.

Tal es el caso de Blanca Pielet de Whilluber, quien recopiló los datos con el fin de no olvidar la historia de esta familia descendiente de inmigrantes italianos: “Hoy vamos a recordar a esta familia, pionera en este Valle -aún de los médanos-, en que los vientos levantaban nubes de arena y se arremolinaban los cardos rusos, sin perder la calma y seguir firme en su propósito de poblar esta parte de nuestra Patagonia”.

Emilia Riccobon era hija de Ottorino Riccobon y de Giustina Zanvettor, ambos de Bruno, Italia. Ottorino vino buscando nuevos horizontes y se afincó en Neuquén por 1926.

Formó su familia con Giustina, que era vecina y novia, así que se casaron y tuvieron a su primera hija, Melania, que ya tenía un año al llegar a Neuquén.

Luego nacieron Cesarina, Emilia, Omar y Orlando (Cesarina y Omar fallecieron muy jóvenes). Se asentaron en esta capital y vivieron en la calle Mitre.

Luis Paglialunga era hijo de Luis Paglialunga y de Elena Tercilli, oriundos de Fermo (ciudad del centro de Italia). Vinieron juntos a Aldea Román, cercano a Bahía Blanca, y luego se afincaron en Roca.

Tuvieron nueve hijos: Fernando, José, Adela, Enrique, Victoria, Carlota, Delia, Ema y Luis. Se dedicaron al cultivo de la vid: fueron los proveedores de las primeras viñas que usó la firma Canale para sus vinos. Luego se dedicaron de lleno a la vitivinicultura y en Stefenelli formaron la primera bodega, lugar donde nació uno de sus hijos.

No tuvieron éxito con ese emprendimiento, se trasladaron a Centenario y luego tomaron rumbo a Neuquén, donde, a la muerte de su padre, Luis tuvo que trabajar en varios emprendimientos como vendedor ambulante, con lo que llegó a comprar su primer camión.

Con él comenzó su tarea de vender áridos, que continúan sus hijos hasta el momento.

Pero el destino tenía la misión de unirlos a Luis y Emilia, ya que al cumplir veinticinco años de casados Ottorino Riccobon y Giustina la familia Paglialunga asistió a la fiesta y Emilia y Luis se conocieron y ya no se separaron más.

Su casamiento se realizó el 7 de mayo de 1955 y tuvieron dos hijos, Luis Ottorino y Carlos Daniel, cuyos hijos son Luis María y Martín Esteban y Natalia, Valeria y Carlos respectivamente. Carlos Daniel formó su familia con Emilce Passarin, hija de una familia antigua de Neuquén.

El 7 de mayo de 2015, Emilia y Luis hubieran cumplido 60 años de casados pero no pudieron celebrarlo porque Luis falleció en un accidente, dejando un inmenso dolor en Emilia, en su familia y en todos los que lo conocieron.

Su figura, su personalidad, se hacía presente en todos los lugares donde se lo necesitaba. Con Emilia iban a todos los eventos que se hacían en Neuquén y en ciudades cercanas, como así también en la Asociación Neuquén para Neuquén, en la que ayudaron con su trabajo o en lo que se necesitara. Fueron el ejemplo de matrimonio duradero como pocos.

Omar Riccobon -hermano de Emilia- tuvo dos hijos, Omar y Cecilia. Su otro hermano Orlando Riccobon por su parte, se casó con Amelia Mercedes Conticello, también descendiente de italianos, y tuvieron cuatro varones: Víctor, Luis Pedro, Ernesto Rubén y Orlando Guillermo, los que le dieron varios nietos.

Va este sencillo homenaje a la familia Riccobon-Paglialunga que tempranamente poblaron la Norpatagonia, recordando a Emilia, que hace pocos días nos dejó.

Nuestra evocación a su familia.


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