Fruticultura quiere ser parte del control al petróleo en las chacras

Busca integrar la autoridad de aplicación que autoriza y regula el funcionamiento de los pozos. YPF prevé 93 nuevas perforaciones en Allen, hasta el 2022. Les preocupa más el avance de los barrios privados sobre las zonas productivas.

Las 93 nuevas perforaciones que harán en Allen y los ecos de un reciente derrame reavivaron el temor que despierta la explotación petrolera en las chacras del Alto Valle. Así lo hicieron notar productores, organizaciones frutícolas y vecinos. No creen en la “buena convivencia” entre ambos modelos que alienta el gobierno rionegrino pero que a la vez quiere sumar a la secretaría de Fruticultura como organismo de control. La tensión creció a inicios de diciembre pasado, cuando se produjo una fuga de gas con líquidos y químicos de perforación en el yacimiento Estación Fernández Oro.

Ante un nuevo escenario con más pozos, desde la secretaría señalaron que trabajan para ser parte del control en 2019, a la hora de autorizar las locaciones petroleras en las chacras.

En noviembre pasado el Concejo Deliberante de Allen aprobó un convenio con YPF por nuevas inversiones hasta el 2022. Prevén 93 perforaciones nuevas dentro de su jurisdicción.

Carlos Banacloy, titular de la secretaría de Fruticultura, señaló que se le exigió al área de Energía provincial el mapa donde estarán los nuevos pozos y locaciones de petróleo.

“Si es una área sensible con mucha producción, certificada de alta calidad, con alto retorno, no podemos permitir que se vea perjudicada por una locación hidrocarburífera”, expresó.

“Cuando haya que certificar las nuevas locaciones, no se va obviar a la Secretaría de Fruticultura. El titular de Energía vio con buen tino de que seamos una firma más dentro de la autorización”, dijo.

Banacloy mencionó la importancia de un trabajo planificado porque “es inevitable que si el gas está abajo se tiene que extraer”. “Tiene que haber controles compartidos, estamos planteando que se le delegue un control específico a la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén. Es necesario que ellos visualicen si hay o no una regulación en la actividad”, agregó.

El funcionario alienta la convivencia de las dos actividades con los controles adecuados. “El yacimiento está. El gas es una necesidad de uso cotidiano. Por un lado quiero tener gas pero por otro no quiero que se haga una explotación para extraerlo. El gas no está donde uno quiere producirlo”, argumentó.

Según los datos de la Secretaría de Fruticultura, en Allen hay 6.000 hectáreas productivas y solo 80 están destinadas a la actividad de los hidrocarburos, lo que representa el 1,4% del total.

Para Banacloy es más preocupante las tierras productivas que son destinadas a lotes y barrios privados que representan un 15%. “De las históricas 75 mil hectáreas productivas del Valle, la urbanización se ha comido el 35%. Es más importante que lo que ocupa la locación hidrocarburífera”, reiteró. El funcionario dijo que desconoce si las hectáreas quedarán completamente inservibles tras la explotación petrolera. “El cultivo se hace en los últimos 50 centímetros, y las perforaciones van a más de 3.000 metros debajo de la tierra”, dijo.

“Si me preguntás, yo no quisiera tener pegado a mi chacra un pozo petrolero, pero desconozco cual es el impacto real que tiene ese pozo sobre mi tierra”, manifestó.

De todos modos, el funcionario hizo un gran esfuerzo por mantenerse en equilibrio entre las dos posturas. Dijo que petróleo y fruticultura tienen que convivir de forma armónica. “Sería un discurso demagógico de mi parte alentar que la actividad petrolera desaparezca”.

Y de inmediato aclaró, “ante cualquier riesgo ambiental, está actividad hay que pararla. Hoy, por lo que nosotros venimos pidiendo y que nos informan, no hay riesgo ambiental. En estos últimos derrames no hubo ningún tipo de riesgo”, aseguró Banacloy. Según el funcionario, en la fuga en el pozo EFO 355 no hubo contaminación. “El suelo productivo filtra los líquidos pero depende del volumen. Todo lo que tiene el suelo arriba es agregado. Si vos tenés un volumen de suelo y una cantidad de líquido de un derrame en el cual no hay control como en Bandurria, es claro que esa filtración podría llegar abajo”, expresó.

Datos

6.000
Las hectáreas bajo producción frutícola que hay en Allen.
80
Las hectáreas destinadas a la actividad de los hidrocarburos en Allen, según Fruticultura.
93
Las perforaciones nuevas que realizará YPF en Allen en los próximos cuatro años.

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