García
Charly es un genio. Un creador. Y siempre eligió quedarse. No huyó a México como tantos. No se hizo latinoamericano como Diego Torres. Charly siguió siendo Charly para su suerte o mala suerte. Es quien es. Nadie en su sano juicio puede soportar la presión de ser un creador y un dios pagano. Hace años que está parado en la cima desde donde canta sus canciones. Y nosotros abajo. Esperamos. Suponemos. Castigamos. Aplaudimos. Todo gratis. Charly vive, se desvive. Dios no ha muerto, se tomó un descanso. Mientras tanto no hay Charly, no hay canciones, no estamos cerca de la revolución. No hay nada. De nada
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