Harry oscurece

<b>Los cines de la región se suman al preestreno, este miércoles. </b>

Es el principio del fin.

La franquicia más exitosa del cine comenzó ya su despedida. Los libros de J.K Rowling ya se cerraron para siempre. Y el cine –o más bien la industria– siempre dispuesta a sacarle más jugo del que da, ha dividido en dos partes “Las reliquias de la muerte”, para que el joven aprendiz de mago, que ya no es tan joven, se vaya de a poco, en dos tandas. Un poco esta semana, cuando estrene la séptima película de la saga. Y del todo, el año próximo, cuando todo se vuelva el gran recuerdo de un millonario negocio que logró, por encima de eso, fascinar a lectores pequeños y a un público fiel.

“Harry Potter y las reliquias de la muerte 1”, llegará este miércoles a los cines de la región (ver aparte) con su cuota de emoción y aventuras. Harry, Hermione y Ron (para los que no los conocen –¿aunque hay alguien que no los conozca?– los tres protagonistas de la historia que ideó Rowling, tendrán que enfrentarse a las fuerzas oscuras que ponen en peligro su amistad para derrotar al malvado Voldemort.

Contrariamente a las otras películas, el trío Harry-Hermione-Ron decide no volver al colegio Hogwarts para magos para ir en busca de los «horrocruxes», los receptáculos donde el malvado Voldemort guarda partes de su alma para mantenerse inmortal.

La aventura, larga y terrible, pone a prueba hasta la amistad de los tres amigos, lo que da a la historia un lado más introspectivo y psicológico que en las películas anteriores.

La única esperanza de Harry es encontrar los horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. Poco puede imaginar Harry que su futuro ya fue decidido por su pasado cuando, aquel fatídico día, se convirtió en “el niño que vivió”.

Harry Potter, que ya no es sólo un niño, se acerca cada vez más a la tarea para la que se ha estado preparando desde el día en que pisó Hogwarts por primera vez: la batalla final contra Voldemort.

«Me gusta el hecho de que sea diferente. Es más íntimo», reconoció David Heyman, productor de la saga cinematográfica.

El director David Yates, que también dirigió las dos películas anteriores, negó que la división en dos partes estuviera motivada por el lucro. «La decisión se tomó sobre una base puramente artística», dijo.

El rodaje de la segunda parte también terminó, por lo que los protagonistas cierran más de una década viviendo por y para el joven mago.

«Ha sido una parte enorme de mi vida. Voy a echarla de menos», dijo Rupert Grint.

Un estreno a medida

Millones de aficionados en el mundo esperan con impaciencia el estreno de «Harry Potter y las reliquias de la muerte» que concluirá una de las sagas más populares de la historia editorial y cinematográfica.

Los siete libros de la saga vendieron más de 400 millones de ejemplares en 69 lenguas y los seis primeros filmes recaudaron 5.400 millones de dólares.

El éxito es todavía más impresionante cuando se sabe que la escritora británica J. K. Rowling fue rechazada por una decena de editores antes de conseguir que le publicaran el primer manuscrito («Harry Potter y la piedra filosofal) en 1997. Además, la tirada inicial fue de sólo 1.000 ejemplares.

El séptimo y último filme fue dividido en dos partes, la segunda de las cuales se estrenará en junio del año que viene.

Es una apuesta audaz pues las secuencias son de una lentitud tal que podrían decepcionar a los seguidores acostumbrados a la acción y a los espectaculares efectos especiales de los anteriores.

Harry Potter comienza a despedirse. Lentamente. Pero a despedirse al fin y al cabo. Es definitivo: ya no habrá más magia.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios