Hubo otro allanamiento y ya no rastrean la laguna

Allanaron un lugar de abortos en el centro de Neuquén. Los bomberos abandonaron la búsqueda en el sitio donde apareció el cuerpo. La familia de la víctima cree que el bebé está vivo.

NEUQUEN (AN).- Las clínicas donde se practican abortos clandestinos siguen en la mira de la Justicia y de la policía de la provincia para esclarecer el crimen de María Alejandra Zarza. Ayer, una fuente vinculada con el juzgado dijo que se mantienen «las tareas programadas» y que se realizó un allanamiento en una «sala de primeros auxilios con esas características» -de clínica para abortos- en el centro de la ciudad. Aunque no se pudo confirmar, se presume que el operativo es el segundo en dos días, ya que el viernes se habría practicado el primero en la zona periférica de esta ciudad.

La policía abandonó ayer la búsqueda de rastros en el agua y el lecho de la laguna de Balsa Las Perlas donde fue hallado el cadáver de Zarza, cuya familia -según confió un allegado- cree que murió luego de un parto provocado, y que su bebé estaría vivo.

Fuentes judiciales dijeron que «sería inminente la detención de Nicolás Rinaldi y el allanamiento de su vivienda», pero la versión fue desmentida enfáticamente al cierre de esta edición.

Ninguna otra información pudo filtrarse ayer a la prensa, y otro tanto ocurrió con la policía provincial, desde los jefes de la división delitos hasta su máxima autoridad, el comisario general Juan Carlos Lezcano: pidieron «prudencia y cautela», dijeron que las investigaciones continúan con todas las hipótesis sobre la mesa, y repitieron que se trata de «un caso atípico, que genera más dudas que certezas».

La renuncia a continuar la búsqueda de huellas en la laguna se vincularía aparentemente con un viraje en la estrategia de la investigación que se abocará en los próximos días a reconstruir las últimas horas de María Alejandra y confirmar o descartar si estuvo en un centro clandestino de abortos. Además, hoy estarían las pericias realizadas sobre la camioneta Chevrolet propiedad de la familia de Nicolás Rinaldi, la ex pareja de María Alejandra y presunto padre del bebé. Frente al domicilio de los Rinaldi continuaba ayer una discreta vigilancia policial.

Para mañana, los compañeros y trabajadores del Instituto de Formación Docente y del Tribunal Superior de Justicia, donde respectivamente estudiaba y trabajaba Zarza, convocaron a una marcha que partirá de avenida Argentina y Antártida Argentina, donde Rinaldi la habría dejado la noche de su desaparición. Marisel Riquelme, hermana de María Alejandra, dijo que «es uno de los lugares que dijo (Nicolás Rinaldi), porque después cambió de versión».

La movilización está programada para las 18.30 y luego se marchará sobre las calles del centro de esta ciudad. Ayer comenzó la tarea de difusión, cuando amigos de Alejandra recorrieron las plazoletas de avenida Argentina distribuyendo volantes con su imagen y el llamado a la manifestación.

El 31 de marzo, día del cumpleaños de Zarza, la directora del IFD 12, le entregará a Ema Riquelme, su madre, un diploma y se impondrá una placa en recuerdo de la joven.

Un amigo de la familia dijo que ésta cree «que el bebé está vivo y que a Alejandra la mataron» pero indicó que confían en la acción de la justicia. «Ema quiere que se esclarezca todo, ella siente el apoyo de la comunidad y lo único que le interesa es que el crimen no quede impune y sin resolver». En consecuencia, dijo la fuente, «es importante que se realicen las marchas, que se intensifique la investigación».

El lugar despierta la curiosidad de la gente

NEUQUEN (AN).- La laguna se convirtió ayer despertó el interés de numerosos vecinos de «la Balsa», Plottier y Neuquén, que aprovecharon el día feriado para observar personalmente el lugar donde apareció el cuerpo sin vida de María Alejandra Zarza.

En automóviles a marcha muy lenta o a pie, mientras los bomberos y los policías trabajaban -esto fue hasta las seis de la tarde- y luego, antes del crepúsculo, los que se acercaban se saludaban con respeto, como si ingresasen en un lugar especial.

Ayer trabajaron en el lugar solamente bomberos y policías, ya habían descartado los buzos. El comisario general Juan Carlos Lezcano dijo que el operativo continuó durante toda la mañana de ayer, pero «se dejó de bombear agua» y por último quedaron a un lado caños y mangueras, las bombas y el grupo electrógeno fueron retirados y concluyeron las tareas.

Los únicos rastros del trabajo iniciado el martes por la mañana en las orillas de la laguna son un poco de cieno, algas y el totoral aplastado donde se encontró el cadáver. El nivel del agua bajó un metro, un escaso metro y algunos centímetros más.

Quedó una patrulla de consigna, el sitio cercado por la cinta plástica bicolor apenas agitada por el viento.

El paisaje ya había cambiado semanas atrás, cuando quedó inaugurado el puente que une las dos márgenes del Limay. El tránsito modificó la fisonomía visual y auditiva de la zona, donde el silencio habitualmente era roto sólo por los camiones de la cantera y el paso esporádico de un automóvil.


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