Inflación de marzo: una foto que nada tiene que ver con la película que se viene
Una compleja combinación de precios congelados, emisión monetaria récord y desplome del consumo, generan mucha incertidumbre sobre lo que sucederá a partir de mayo en materia inflacionaria.
El fantasma de la inflación parece estar persiguiendo al país desde hace décadas, al punto tal que los argentinos nos hemos acostumbrado a vivir con ella, adaptando nuestros gastos, metodologías de trabajo e inversiones en base a esta realidad.
Sin embargo, el problema está empeorando y marzo está dando señales inequívocas del norte hacia donde nos dirigimos en materia de precios.
Tras caer a su nivel más bajo en más de dos años, la inflación se aceleró el mes pasado tocando 3,3% de acuerdo a los datos difundidos hoy por el Indec.
Un número que puede ser considerado normal dentro de la historia estadística del país.
Sin embargo, marzo convivió con tres variables que habría que tener en cuenta.
En primer término, el gobierno aplicó hace más de un mes un congelamiento de precios muy amplió que involucró a la energía y los servicios públicos entre otros grandes rubros, como así también impulsó precios máximos en alimentos y elementos de la canasta familiar. Todo ello para frenar la inflación.
El otro punto es la emisión monetaria. Los primeros estudios dan cuenta que en marzo creció a una tasa del 30% lo que determinó que una enorme masa de dinero sin respaldo está hoy circulando en el mercado. Una parte de todos estos pesos fue (e irá) al consumo y otra al dólar, como forma de refugio para los ahorros. Con este nivel de emisión, el 3,3% de inflación es una foto que nada tiene que ver con la película que se viene.
Y un tercer punto a considerar para marzo es que la cuarentena afectó a un tercio de los días hábiles del mes, por lo que en ese período el consumo se redujo significativamente y esto ayudó a llegar a los niveles del IPC del mes pasado.
Solo tomando en cuenta estas tres variables mencionadas, se puede adelantar que hoy estamos frente a una inflación reprimida y que los problemas sobre la materia recién aparecerán cuando se salga de la cuarentena: momento en que vuelva el consumo, pero con una enorme cantidad de pesos sin respaldo en el mercado.
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