Inundaciones y cambio climático

Por MARÍA JOSÉ GARCÍA BARASSI (*)

Durante los meses de diciembre de 2018 y enero de 2019, se han registrado marcas históricas de precipitaciones en la zona Norte y Litoral del país, afectando principalmente a las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos. Estas marcas históricas redundan en inundaciones de vastas regiones con la pérdida consecuente de cultivos y ganado.

Aunque no declarado oficialmente, se atribuye este aumento de las precipitaciones al fenómeno conocido como El Niño. El ENOS (El Niño–Oscilación del Sur) corresponde a una anomalía climático-oceanográfica con foco en el Pacífico Sur, a la altura de Perú. La misma se reitera en forma periódica aumentando las precipitaciones en extensas áreas, especialmente en nuestro país.

Sin embargo, aunque El Niño es y ha sido causa de importantes inundaciones no es dable desestimar la influencia del cambio climático global. La Argentina ha modificado su comportamiento climático en los últimos años, de un clima templado a subtropical hacia un clima de características tropicales, con elevadas temperaturas y precipitaciones realmente abundantes. De igual manera, no es desestimable la idea de que las consecuencias de un fenómeno como El Niño se vean afectadas por el cambio climático global. Diariamente asistimos a noticias que confirman esta teoría. Ante estas circunstancias surgen varios interrogantes: ¿Acaso el hombre es plenamente consciente del daño que le está causando al planeta?¿Qué podemos aportar cada uno de nosotros desde nuestra rutina diaria para favorecer una disminución de las temperaturas terrestres?

Lo cierto es que desde las instituciones gubernamentales a nivel global, hasta las organizaciones sin fines de lucro abocadas a temas medioambientales, pasando por los propios habitantes del planeta, se deben prever medidas mitigantes del aumento de temperatura en el globo. Aumento de temperatura que redunda en elevar los índices de humedad y la ocurrencia de precipitaciones, incluso en espacios antes considerados como áridos.

¿Cuánto más puede soportar el planeta el embate de los gases de efecto invernadero y de los clorofluorocarbonos?.

El sistema económico que se basa en el consumismo desmedido no ayuda a mitigar los efectos que causa su utilización. Es necesario un cambio de conciencia colectiva y de manejo responsable del consumo o las consecuencias del cambio climático se agudizarán aún más. Es responsabilidad de todos bregar por un mundo más sustentable.

(*) Licenciada en Geografía. Docente de la Universidad Nacional de Lanús.


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