Jazz, Ballet y Percusión para disfrutar desde casa este fin de semana

Otro fin de semana en casa lleno de propuestas artísticas, para que desde el sillón de casa disfrutemos de grandes espectáculos que han subido al escenario de Fundación Cultural Patagonia y que ahora podemos admirar a través de la web.

Como siempre, la cita es a las 21 en la página web del diario RíoNegro.
¿Cuál es el menú de este fin de semana? Hay jazz, las ballet y hay un show en el que se encuentran el Ensamble de Percusión de FCP con dos coros de la Fundación.

Hoy, es el turno de “Jazz, swing y tap” con el Grupo de Jazz y Artistas de FCP. El Grupo de Jazz de FCP está conformado por Luis Cide, guitarra y dirección; Sabina Muruat, piano; Leonardo Álvarez, batería; Víctor Valdebenito, contrabajo; Guillermo Lancelotti, trompeta y flugelhorn; Mario Silveri, saxo; y Alan Tetchiev, saxos y clarinete. Junto a ellos, están Camilo Rivera Santafe, trompeta; Emanuel Ripol, trombón; Emmanuel Nahuelanca, saxo; y la cantante Alfonsina Magariño. Los bailarines en escena, son Bianca Cinquegrani, también responsable de la dirección coreográfica, Lucía Rizzone, Morena Barrios, Romina Salazar, Daniela Pollo, Carlos Bertoni, Fabricio Michel y Santiago Acosta.

Mañana será el turno del espectáculo del Ballet Río Negro, que incluye las obras “Arenal” y “Don Quijote”, y que contó con la presencia como invitados de lujo, de los primeros bailarines del Teatro Argentino de La Plata: Miguel Ángel Klug, Juan Bautista Parada y Marianela Bidondo.
El Ballet Río Negro de FCP está liderado por las primeras bailarinas Sabrina Carreño y Verónica Arévalo, y conformado por Rita Larroulet, Giuliana Papino, Jimena López, Sofía Tartaglia, Sol Cifuentes, Ornella Natalini, Candela Gazagne, Delfina Pérez, Josefina Duarte, Lorena Toledano, Diego Hernández, Carlos Bertoni, Enzo Martínez, José Chandía, Matías Bohn, Gonzalo Pradas, Doyel Crededio y Fabricio Michel. El vestuario es responsabilidad de Claudio Clozza.

Para cerrar el domingo, FCP propone “Carmina Burana”, de Carl Orff.
Está basada en los poemas de los monjes goliardos (siglo XIII) encontrados en el monasterio de Benedikbeuern en Baviera, que actualmente se conservan en Munich. De ellos, Orff tomó selecciones de los temas más representativos de la poesía de los religiosos: lo inconstante de la suerte, la primavera y sus múltiples manifestaciones de vida, la embriaguez, el sarcasmo, la ridiculización y los placeres sensuales.