Juan Pablo Ledo: las enseñanzas de un bailarín del Colón en Cipolletti

Juan Pablo Ledo crea movimientos y se desplaza en el escenario al ritmo de la música clásica de una manera que encandila a los espectadores. El primer bailarín del Teatro Colón visitó la ciudad de Cipolletti para dictar un master class en el Centro de Arte de Susana D’Alú.
Sus primeros pasos en la danza fueron de casualidad, cuando descubrieron que tenía el pie plano. Luego de la visita al médico se le aconsejó que haga una actividad, afortunadamente su madre lo envió a la clase de ballet de sus hermanas. “La profesora dijo ‘bueno, pónganlo a un costadito sin que moleste’. Empecé y me gustó. Siempre me gustó bailar desde muy pequeño”, recuerda Juan Pablo Ledo.
Comenzó a asistir a clases como cualquier otra actividad, dos veces a la semana, sin dejar de lado el fútbol, la natación y todas las actividades que realizaba de niño. A los 12 años tuvo que elegir entre seguir con la beca de fútbol o elegir la danza, “porque es una disciplina que tenés que cuidar el cuerpo y no podés hacer locuras” explica.
Fruto de aquella temprana decisión, a los 15 años ingresó como bailarín al Teatro Colón y un año más tarde, a la compañía de Julio Bocca de Ballet Argentino.
Respecto de qué le ofrece la danza, Juan Pablo Ledo indica “Con la danza encontré el don y cuando lo encontrás sentís que eso te da todo. Encuentro un espacio de libertad, dónde la música me deja poder ser y encuentro un montón de recursos adentro mío que no sabía que tenía”.
Hoy, con más de veinte años en la danza, encuentra gratitud ante las diferentes facetas que la danza demuestra de él mismo y una plenitud que no encontró en otro lugar.
Juan Pablo se desliza entre las bailarinas del Centro de Arte de D’Alú para corregir la posición de la cabeza de una alumna, se dirige hacia otra alumna y le indica para que la postura de su espalda quede en un recto perfecto. En un momento, detiene la clase y exige que los cuerpos sean la continuación de un constante movimiento que no haya ninguna extremidad rígida.
Sus indicaciones denotan muchos años de aprendizaje y la incursión en este nuevo papel que lo tiene como profesor provoca que las protagonistas ahora sean las niñas. Además, el bailarín hace hincapié en el papel de los padres para el desarrollo de sus hijos en la danza, para que sean incentivados y acompañados en el mundo del baile clásico. “Los padres son los responsables de que sus hijos realicen sus sueños, solo no se puede hacer nada”, afirmó el bailarín.
Debido a su impecable carrera artística Juan Pablo llevó el ballet argentino a Estados Unidos, Europa y países del sudeste asiático. Pese a las posibilidades de desarrollar una carrera en el exterior, Juan Pablo siempre permaneció en el país. “La familia es prioritario para mi. Es un lugar de contención que no lo encontrás afuera. Lo que conseguí no lo hice solo, sino que lo consiguió todo el equipo trabajando por los sueños” concluyó Juan Ledo.

La experiencia, el aprendizaje y la docencia

La visita de Juan Pablo Ledo fue a instancia de Susana D’Alú para que realice un seminario de ballet y partenaire a las alumnas del Centro de Arte. Ya había visitado Cipolletti en el 2007 para enseñar sus conocimientos en danza. “Para mí es un sueño volver después de un tiempo porque puedo disfrutarlo de otra manera. Los años te dan experiencia y yo vengo preparado de otra manera para enseñar, para formar” indicó Juan Ledo.
Como el gran maestro en que se convirtió, llegó el momento de compartir sus aprendizajes. “De mis alumnos aprendo mucho de sus cuestionamientos, cómo se mueven, cómo hay que incentivarlos, cómo hay que tratarlos. Uno termina volviendo al pasado, enseñar a los chicos es como hacer un backup de todo lo que sabés y tratar de transmitirlo” concluyó Juan Pablo Ledo.