El hijo de Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle, siempre figuró en los padrones electorales
La justicia electoral dio a conocer que interviene ante el ReNaPer por presentaciones de la APDH para dar de baja a las personas muertas durante la dictadura militar que fueron halladas en los padrones. Siempre estuvieron sus nombres, se indicó.
«Por un instante dije: ojalá estuviera vivo para poder ejercer su derecho, entre tantos derechos que le quitaron», dijo Ana Rigoni, hermana de Roberto «El Champa» Rigoni, quien apareció como habilitado para votar en las últimas elecciones nacionales a pesar de que fue muerto por la dictadura cívico- militar en 1977.
No fue el único caso irregular de personas asesinadas hace casi 50 años que estuvieron empadronadas para votar. Según lo constató la organización H.I.J.O.S de la región, registraron seis personas perseguidas políticas, con certificados de defunción expedido durante la dictadura, que aparecían como habilitados para votar.
Según se informó desde el juzgado federal con competencia electoral de Neuquén, Rigoni siempre estuvo en los padrones, inclusive en los que se utilizaron para las elecciones provinciales. A partir de las presentaciones de la APDH, se iniciaron actuaciones ante el Registro Nacional de las Personas, para darlo de baja.
Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle, recordó en una entrevista en 2024, que la respuesta de la justicia frente al hábeas corpus por su hijo, fue que estaba fallecido, aunque tardaron 4 años en entregarle sus restos.
Lolín (que falleció a los 100 años en agosto) no particularizaba sobre la situación de su hijo Roberto porque siempre sostuvo que se buscaba los 30.000 desaparecidos, pero quiso hablar sobre el atropello de la Justicia en los tiempos de dictadura en momentos en los que se desarrollaba el último juicio por delitos de lesa humanidad, que condenó al juez y el fiscal (Pedro Duarte y Víctor Ortiz) que actuaron con los grupos de tarea en la región.
Roberto Rigoni apareció muerto en 1977 tras haber estado secuestrado en el centro clandestino «El Campito» de Campo de Mayo, enterrado como NN, exhumado e identificado en 1.981. Militaba en el barrio Bouquet Roldán en el «peronismo de base» y luego se sumó a la agrupación «Montoneros». Le decían «el Champa» por su cabello abundante y rizado a los 20 años.
Casi 50 años después, su hermana fue el 26 de octubre al Colegio San José Obrero, para ver si estaba en los padrones, como figuraba en la búsqueda de internet para los votantes habilitados. «La situación fue horrible, shockeante, muy feo, tremendo. Pensé por un instante: ojalá estuviera entre nosotros para votar y fuera así» como se lo mostraba la búsqueda de internet.
Ana Rigoni habló con la delegada electoral en el establecimiento y pidió que tacharan su nombre, situación que no estaba a su alcance. Luego intentó hacer el reclamo en el portal habilitado para denuncias electorales, creó un número de usuario «y no encuadraba en ninguna de las opciones» que le dió el registro de internet. Agregó luego que se contactó con el grupo de Apoyo de Madres y con la APDH «para hacer algo colectivo, porque sabía que no era el único caso». «Antes, no se me ocurrió buscarlo en los padrones, porque no debiera aparecer», dijo.
Estaba su nombre, sin foto, en la mesa 112 y figuraba que debía votar con el «DNI VERDE».
Alertados por la situación anómala en Roca y en Cervantes, varios familiares buscaron en los padrones a las y los perseguidos políticos de la región.
Cecilia Vecchi y Arlene Seguel, que siguen desaparecidas, figuraban como electoras ausentes debido a que fueron víctimas del terrorismo de Estado, según constataron sus hermanas en las escuelas de Cinco Saltos y Cutral Co, respectivamente. Lo mismo constató una sobrina de Oscar Ragni, desaparecido en Neuquén en diciembre de 1.976.
La leyenda corresponde al reconocimiento del Estado sobre el accionar del Terrorismo durante la aplicación del plan sistemático de desaparición y exterminio de personas a partir de 1976. Hay una acordada de la corte (118) que así lo determina y un decreto de 2010 (935) que modificó el código electoral.
Y los familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico militar, nuevamente iniciaron búsquedas, esta vez en los padrones. Hubo otros hallazgos: en Capital Federal y en Belisle (Río Negro) estaban habilitados para votar Enrique Sapag y Oscar Andrada, ambos con certificados de defunción, asesinados durante la dictadura a los 19 y 25 años respectivamente. Después del shock y el dolor por revivir ausencias y los destratos institucionales durante años mientras buscaban y presentaban hábeas corpus, nuevamente hurgaron entre la vieja documentación para hacer presentaciones y que se subsane la irregularidad.
«Fue muy fuerte encontrarnos con el nombre de mi viejo en la pantalla como habilitado para votar, lo primero es el shock», dijo Diego Andrade. «Para ustedes es una noticia, para nosotros, mucho dolor», dijo Silvia Sapag que se enteró de la situación con la publicación periodística.
La APDH analiza numeración de DNI de personas fallecidas durante la dictadura que figurarían activos para otras personas en los padrones en la jurisdicción de Roca y de Neuquén.
Desde el juzgado federal con competencia electoral en Neuquén se indicó que corresponde al Registro Nacional de las Personas (ReNaPer) proveer la base de datos que se consigna en los padrones electorales y que ante la advertencia de la APDH por el caso Rigoni, se iniciaron actuaciones para dar de baja a las personas fallecidas que no figuran bajo esa condición ante la dependencia nacional.
"Por un instante dije: ojalá estuviera vivo para poder ejercer su derecho, entre tantos derechos que le quitaron", dijo Ana Rigoni, hermana de Roberto "El Champa" Rigoni, quien apareció como habilitado para votar en las últimas elecciones nacionales a pesar de que fue muerto por la dictadura cívico- militar en 1977.
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