Indemnización en Río Negro: es albañil, se cayó en una obra y logró que reconozcan su incapacidad
La Justicia de Viedma condenó a una aseguradora de riesgos del trabajo a pagar una indemnización a un albañil que sufrió un accidente y quedó con incapacidad laboral.
El 8 de noviembre de 2022, la rutina de obra torció el destino de un trabajador. En pleno trabajo, un albañil especializado cayó de un caballete mientras colocaba una grampa para una mocheta. El golpe fue brutal. Su espalda y hombro derecho absorbieron el impacto. Lo llevaron de inmediato a un sanatorio de Viedma, pero las secuelas lo seguirían por mucho más tiempo que el vendaje o la rehabilitación. Sin embargo, tras los reclamos, el caso terminó judicializado. En los últimos días, logró su indemnización.
Casi tres años después del incidente, la Justicia le dio la razón. La Cámara del Trabajo de Viedma condenó a una aseguradora de riesgos del trabajo (ART) a indemnizarlo con $6.987.914,52 por la incapacidad parcial y permanente del 10,98% que le dejó el accidente. El fallo se apoyó en una pericia clave y en principios jurídicos que protegen al trabajador, incluso cuando hay condiciones de salud preexistentes.
El accidente y la versión del trabajador
La jornada en la obra transcurría como tantas otras. El trabajador realizaba tareas sobre un caballete cuando perdió el equilibrio y cayó de espaldas. En el impacto, se golpeó el hombro derecho y la columna lumbar. La ART le reconoció el accidente y le otorgó tratamiento kinésico, además del alta médica en marzo de 2023.
Sin embargo, el trabajador no se sintió recuperado. Las molestias persistieron, sobre todo en el hombro derecho. A fines de julio de ese año, inició un trámite ante la Comisión Médica, buscando que se reconociera su incapacidad. La respuesta fue negativa: no se le reconoció ningún grado de incapacidad.
Una pericia clave y un diagnóstico determinante
Frente a esa negativa, el albañil recurrió a la justicia. Allí, el punto de inflexión fue el dictamen de una médica del Cuerpo de Investigación Forense. La profesional determinó que el accidente desencadenó una bursitis postraumática en el hombro derecho y que, si bien el hombre ya padecía una patología crónica, el golpe la exacerbó.
La perita fijó en un 10,98% la incapacidad laboral definitiva, parcial y permanente. Este porcentaje fue clave para el cálculo de la indemnización, ya que se tomó en cuenta la edad del trabajador (38), el tipo de labor que realizaba y la afectación de su movilidad.
Indiferencia de la concausa: lo preexistente también se indemniza
Uno de los puntos más relevantes del fallo fue la aplicación del principio de «indiferencia de la concausa». Según este criterio jurídico, si un accidente laboral agrava una afección preexistente, la ART debe responder igualmente. La existencia de una dolencia anterior no exime de responsabilidad.
La médica forense explicó que la lesión “puso de manifiesto o agravó” una patología ya existente. Esta postura fue respaldada por los jueces Rolando Gaitán, Carlos Alberto Da Silva y Ariel Gallinger, quienes validaron el informe pericial y rechazaron los argumentos de la aseguradora, que insistía en que el trabajador no tenía secuelas derivadas del accidente.
Cálculo y actualización del monto indemnizatorio
Una vez determinada la incapacidad, la Cámara del Trabajo aplicó la normativa vigente para calcular la indemnización. Para ello utilizó las herramientas del Poder Judicial de Río Negro y consideró las reformas legales incorporadas por las leyes 26.773, 27.348, el DNU 669/19 y las resoluciones administrativas relacionadas.
El resultado final fue contundente: el albañil deberá recibir $6.987.914,52, cifra actualizada al 25 de junio de 2025. Esta suma, considerada una «deuda de valor», representa la reparación económica por el daño sufrido, en línea con la jurisprudencia vigente en la provincia.
La sentencia también se apoyó en doctrina del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro (STJ), especialmente en el caso “Leiva”, que estableció criterios sobre cómo calcular la indemnización laboral en función de los nuevos marcos legales.
Para la justicia, no cabían dudas. El informe médico fue claro, la evolución del cuadro clínico fue documentada y las pruebas fueron suficientes. La ART fue condenada a pagar la suma sin objeción. No solo se trata de una cifra millonaria, sino del reconocimiento legal de una lesión que condicionará la vida del trabajador de aquí en adelante.
La Cámara Laboral reconoció que el riesgo en la construcción no solo se mide en andamios, sino también en el desgaste invisible que dejó en el cuerpo de este trabajador.
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