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Insólita situación en Cipolletti: el acusado a un paso de quedar libre y su defensor, preso

La Oficina Judicial definió la fecha del juicio por el homicidio de Cristian Valdebenito, ocurrido en diciembre de 2021. La particularidad del caso es que el abogado defensor fue condenado en Viedma y llegará con custodia al debate que se hará en agosto. 

Casi como si fuera una serie de las que se estrenan en las plataformas de streaming, agosto será el escenario de un particular juicio por jurados en Cipolletti. El caso criminal no tiene demasiados ribetes, aunque se puede dar la extraña circunstancia de que el acusado llegue al debate libre y su defensor, preso.


“Cipolletti da para todo”, lanzó una de las personas que integraban el público en el último juicio por jurados que terminó con veredicto de culpabilidad para Ramiro Gutiérrez por el homicidio de Facundo Castillo.

El comentario se hizo en medio de la retirada del mediático Fernando Burlando y de la llegada de la ambulancia que se llevó al defensor, y exjuez destituido, Carlos Vila. Ese debate tuvo todos los condimentos, pero Cipolletti, como opinó esa mujer, redobla la apuesta.


En agosto se programó el juicio por jurados que tiene como acusado a David Fernández, mozo de ocupación, según aportaron las fuentes. Como el homicidio que se le achaca ocurrió el 28 de diciembre de 2021, su prisión preventiva – el máximo es un año y medio – se vence a fines de junio.


Todo indica, siempre según las fuentes consultadas, que Fernández llegará al debate en libertad. La sorpresa: su defensor, en cambio, estará preso. Es decir que la custodia del juicio será para el abogado y no para el imputado. Insólitamente insólito.


Es que el defensor es Cesar Massetta, quien en carne propia transitó su propio juicio por jurados. Fue condenado en Viedma, junto a su padre Víctor Edgardo Massetta. César recibió la pena de 3 años y 8 meses de prisión y Victor la pena de 11 años y 6 meses de prisión.

El caso también tuvo vestigios cinematográficos, ya que padre e hijo fueron juzgados por el homicidio de Emilio Bonifacio García en Playas Doradas. Supuestamente la víctima les había robado una camioneta. En un intento de hacer justicia por mano propia, lo asesinaron y arrojaron su cuerpo en las puertas de la comisaría de Sierra Grande.


Cesar Massetta estuvo preso 14 años por el secuestro extorsivo de un niño, hijo de un policía de Mendoza. Se recibió de abogado en la cárcel. El juicio de Cipolletti está previsto para el 7, 8 y 9 de agosto. El fiscal será Santiago Márquez Gauna y la jueza técnica Alejandra Berenguer. Unos días antes se realizará la audiencia de selección de las y los jurados populares.

La historía de la víctima y su familia: muerte y dolor



Las audiencias habrán advertido que a lo largo de esta crónica todavía no se mencionó a la víctima. Cristian Valdebenito transitaba algunos días en libertad después de varios ingresos a los penales de la provincia. Era un joven conocido en los tribunales de Urquiza y España. Aunque la noticia de su muerte no dejó de generar desazón. Muchos de los funcionarios y funcionarias del sistema creían que podía recuperar su vida en libertad.


Pero ese día de diciembre, según la teoría de la fiscalía, Valdebenito tuvo problemas con un familiar del acusado Fernández. Lo emboscaron en una obra en construcción y lo mataron de 17 cuchilladas en la cabeza y en el tórax. Se supone, por la autopsia, que se usaron dos armas filosas, aunque la investigación sólo pudo dar con Fernández.


Ocurrió en la calle Perú y Pastor Bowdler. Muy cerca de la casa de Sonia Geldres, su madre, y también a escasas cuadras del lugar donde había fijado domicilio para sus salidas transitorias Ramón Geldres, su tío.

En una de esas salidas, el 6 de marzo de 2013, Ramón intentó arrebatarle la cartera a una mujer. Los hermanos Claudio y Natanael Araya, desde el vivero que todavía funciona en Mengelle y Primera Junta, salieron en defensa de la víctima. Ramón mató a puñaladas a Claudio y dejó al borde de la muerte a Natanael. Fue condenado a prisión perpetua.


Sonia, la madre de Cristian, vio muchas de las caras del infierno. No sólo por lo que transitó con su hermano Ramón (a otro hermano, de nombre Raúl lo mató la policía en la cárcel) sino porque tres de sus diez hijos murieron de manera horrible. Andrés, con 15 años, murió calcinado en una casilla que ardió en el barrio Anai Mapu en 1999.


Enzo, otro de sus hijos más chicos, fue condenado a diez años de cárcel por asesinar a Johnatan Martínez, un crimen que sucedió en agosto de 2011 en Cipolletti. Fue el día después de que Sonia participara del juicio por el homicidio de su hijo Johnatan, muerto de un tiro en la espalda en 2009.

El asesino fue juzgado pero después se escapó. “Salí de un juicio y entré a otro. Y vi como condenaban a Enzo”, recordó Sonia en una entrevista que le dio a RÍO NEGRO hace diez años.

El asesino de su hijo Johnatan, Leandro Riffo, se escapó del penal de Pomona con Diego Muñoz, que fue juzgado junto a Enzo por el crimen de Martínez.


Sonia crió a sus nietos, los hijos de Cristian ya que él pasó gran parte de sus días en la cárcel. Pero en diciembre de 2021, cuando fue asesinado, intentaba recuperar el tiempo perdido. Ya no le debía ninguna cuenta a la justicia.


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