Jardín 31 de Neuquén: el docente acusado de abuso podrá salir en libertad el 7 de enero
La fiscalía y las querellas intentarán que siga con alguna medida de restricción. También está pendiente de resolución cuántos casos llegarán al juicio por jurados.
Padres de los alumnos del Jardín 31 fueron a la Ciudad Judicial a esperar el fallo. (Matías Subat)
El docente acusado de cometer abusos en el Jardín 31 de Neuquén podrá recuperar su libertad el primer minuto del próximo 7 de enero por una decisión que tomó este viernes el juez Marco Lupica Cristo. Ese día, el imputado cumplirá 18 meses de prisión preventiva, el plazo máximo que permite el Código Procesal Penal de Neuquén.
Como anticipó diario RÍO NEGRO, el juez tenía que resolver dos pedidos de la fiscalía de Delitos Sexuales y de las querellas que representan a los padres de las víctimas: si el artículo que fija ese límite es constitucional, y si puede aplicarse el concepto de «aplazabilidad del plazo».
Lupica Cristo consideró que el artículo de los 180 días es constitucional, y que no puede aplicarse la aplazabilidad del plazo.
El defensor del docente, Gustavo Palmieri, informó que «el juez rechazó todos los planteos». Sobre los caminos a seguir, especuló que las partes acusadoras «pueden pedir una audiencia para solicitar que se le aplique una medida alternativa, como la detención domiciliaria, o caso contrario corresponde que recupere la libertad» el 7 de enero.
El abogado interpretó que según el Código Procesal Penal, «después de los 180 días no tiene que haber otra medida restrictiva, ni siquiera la detención domiciliaria».
Consultado por este medio después de la audiencia, indicó que «como veníamos anunciando desde el principio, nuestra postura fue ponerle racionalidad a una investigación que desde el principio no la tuvo. Después de 18 meses se ha ido logrando».
«Estos hechos forman parte de un relato colectivo sin correspondencia con la realidad», añadió.
-¿Cree que el docente corre riesgo físico si sale en libertad?.
-Creo que ya no. Se puso blanco sobre negro que toda esa locura que se vivió al principio estuvo potenciada por factores ajenos a una investigación seria y objetiva. Hoy podemos sostener lo que hace un año y medio atrás no podíamos. Lo único que tiene la acusación son tres casos muy débiles contra el docente. La fiscalía nunca tuvo una investigación objetiva; acompañó a las víctimas en actitudes violentas, y lo que vivimos hoy es la consecuencia de esa falta de objetividad -respondió Palmieri.
Agregó que «ya no hay condiciones para pensar que potencialmente lo van a a ir a buscar a la casa. Y ante una sospecha de peligro el Estado tendría que adecuar los mecanismos para que no suceda».
«La decisión de otorgarle la libertad no puede estar teñida por una hipótesis de venganza privada», concluyó.
«La prioridad es llegar al juicio»
Por su parte la abogada Celina Fernández, una de las representantes de la querella, admitió que la resolución del juez Lupica Cristo «tiene una fundamentación que es robusta».
«Nosotros venimos hablando con la familia. En esto entendemos que hay una situación de que no llega nunca al juicio y eso genera mucha ansiedad, mucha incertidumbre, mucha angustia. Por supuesto, nuestra prioridad tiene que ser llegar al juicio», agregó.
La querellante indicó que «lo ideal hubiese sido llegar dentro del plazo de los dieciocho meses, pero no se pudo. Tenemos que retomar el norte».
Aclaró por otra parte que «no significa con esto que el docente quede libre hoy. No significa con esto que no vayamos a pedir otro tipo de medidas precautorias para las familias, para los testigos, para las personas».
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