Jury contra el juez Villegas: «está palmario el mal desempeño y la violencia de género»

La fiscalía solicitó la destitución del juez civil de Rincón de los Sauces, acusado de acoso sexual y maltrato. La defensa cuestionó la prueba y pidió la absolución. El jurado tiene 15 días como máximo para resolver.

El presidente del jurado de enjuiciamiento, Evaldo Moya, le preguntó al juez civil de Rincón de los Sauces, Sebastián Villegas, si quería agregar algo, antes de que pasaran a dictar la sentencia que definirá su continuidad en el cargo. El magistrado nunca había hablado. Fue muy breve: «Me gustaría solamente decir una cosa: agradecer a mi familia por el acompañamiento, a mi esposa, a la doctora Sandoval, al doctor Acosta y espero también que se haga justicia».

Villegas llegó acusado de mal desempeño en sus funciones. Se le reprocha haber acosado sexualmente y maltratado a una funcionaria de su juzgado, María Soledad Garayo, entre 2017 y 2019. El tribunal escuchó durante tres días a 25 testigos y tendrá que resolver si destituye al juez, como le pidió ayer el fiscal jefe, Pablo Vignaroli, o lo absuelve, como solicitó la defensora Iris Sandoval.

Hay otra sanción posible que puede imponer y es la suspensión hasta 60 días sin goce de haberes. Esta fue la resolución que por mayoría tomó el jurado en el caso del exfiscal jefe de Cutral Co, Santiago Terán, que recién fue juzgado en la provincia cuando vociferó su misoginia en la televisión nacional.

En el alegato de cierre, Vignaroli enumeró los hechos en forma general. Incluso dijo que nos los iba a repetir «porque ya lo hice al momento de presentar el caso». Aseguró que había quedado demostrado que el testimonio de la víctima se corresponde con el resto de la prueba, especialmente los comentarios que hacía el juez sobre el aspecto físico y la ropa que usaba la denunciante: «mirá la foto que encontré de Soledad, baila en el caño, qué buena que está».

Manifestó también que el rechazo de Garayo al juez conllevó una sobrecarga de tareas y que la evidencia más fuerte fue el impacto en su salud. Las psicólogas que vieron el examen preocupacional de la abogada en 2017 indicaron que no había patologías manifiestas y en 2019 acabó con mobbing laboral.

Vignaroli subrayó que Villegas intervenía en aquella época en situaciones de violencia de género, ya que el juzgado a su cargo era multifueros, y era él quien dentro de las oficinas judiciales las reproducía.

En la barra del recinto hubo muestras de apoyo al magistrado. Foto Matías Subat.

El fiscal remarcó que el juez había perdido además su idoneidad gerencial ya que los testimonios de sus exempleadas revelan que usaba términos como «gorda, vaga, loca» para referirse a ellas, y que el plantel había «naturalizado el maltrato». «Fomentaba el puterío», afirmó Vignaroli, una frase rancia y alejada de la perspectiva de género exigida.

Sostuvo que durante el proceso el magistrado no mostró «el más mínimo atisbo de arrepentimiento» y que era «palmario» el mal desempeño y la violencia de género ejercida.

La defensora negó todos los hechos y acusó a la fiscalía de haber llamado a los testigos para amedrentarlos. Sandoval mencionó que uno de ellos presenció un testimonio cuando no podía hacerlo porque aún no había declarado y pidió que se investigara. Insistió en su teoría de caso que fue desprestigiar a la denunciante.

Tampoco demostró ningún esfuerzo por aplicar la perspectiva de género. Superó el umbral cuando en el alegato enfatizó: «las víctimas no son este tipo de casos que mienten», «las víctimas no se pasan dos horas y media en una estética».


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