Los desafíos que impone la Inteligencia Artificial al trabajo de los abogados de Neuquén
El Colegio de Abogados creó el Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial para brindar capacitaciones, generar conciencia ética y buenas prácticas sobre el uso de la IA.
Las reuniones del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial despiertan gran interés. (Gentileza)
«La Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta de colaboración: te agiliza el trabajo, te automatiza tareas rutinarias… pero la IA fuerte, este robot que te contesta en base a tus emociones, tu lenguaje, que aprende de sus errores, ¿es una herramienta o un sujeto? ¿Y si es sujeto, tiene derechos? ¿Tiene patrimonio? ¿Y responde si provoca daños?».
La que habla y se pregunta y con cada pregunta abre más preguntas es la abogada Vanesa Ruiz, presidenta del recién creado Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados de Neuquén.
En su exposición de motivos para crear el instituto, mencionó «compartir conocimientos normativos, doctrinarios, herramientas, sobre todo habilidades y técnicas para abordar los retos, desafíos y oportunidades que conlleva la IA, en procura de constituir un espacio académico innovador que facilite la reflexión, el análisis crítico y el intercambio de experiencias, a la luz del derecho vigente y comparado».
«Se pretende proporcionar herramientas teóricas y prácticas de la IA desde una mirada del Derecho, afianzar los institutos básicos pilares y reconocer los debates actuales. Ver casos prácticos. Invitar especialistas de otras áreas y materias. Realizar cursos y congresos. Evidenciar cuánto tiene que ver la educación, la multidisciplinariedad y la singularidad en este desafío. Qué herramientas tenemos al alcance, y un mar de oportunidades», agrega.
¿Cómo impactan los algoritmos en la práctica jurídica?
En diálogo con Río Negro, Ruiz señaló que la propuesta generó gran repercusión. Al primer encuentro asistieron 25 abogados y abogadas, y se sumaron más al segundo de diferentes ramas del derecho: civil, laboral, familia, penal, administrativo, «lo que demuestra la transversalidad de la temática e interés.
«Prevemos jornadas preparatorias para agosto del segundo congreso internacional de derecho e Inteligencia Artificial que estamos coordinando gestionar con la Universidad Nacional del Comahue, generar publicaciones propias, así como interactuar con la sociedad en particular a través de charlas en escuelas e instituciones para advertir las buenas practicas o reglas en el uso», dijo la letrada.
«Hay mucho interés, y mucho desconocimiento», indicó. «Falta capacitación en los operadores judiciales. En Neuquén el Poder Judicial está muy atrasado, no podés ni meter un escrito electrónico», ejemplificó.
La primera tarea «es alfabetizar. Unificar conceptualización con todo lo que existe doctrinariamente. La IA es un sistema que lo entrenás con datos y te da una respuesta que piensa por sí mismo, aprende de sus propios errores. Existe la IA supervisada por humanos y la que pueda tener conciencia».
-Encargarle a la IA la redacción de sentencias sencillas ya casi es un tema superado. Los desafíos son otros. Por ejemplo, discernir cuando una prueba fue construida con IA. Pienso en fotografías o videos.
-La actividad de los peritos va a ser fundamental, se tendrá que capacitar para determinar cuándo una imagen fue fabricada con IA -respondió.
Cada materia abre más y más interrogantes. «Está por definirse la naturaleza jurídica de la IA. Es como sucedió en su momento con los animales, que para el derecho eran una cosa hasta que se determinó que es un ser sintiente, sujeto de derechos. En los divorcios, se tiene en cuenta quién se queda con la mascota», ejemplificó Ruiz.
Derechos y obligaciones de la Inteligencia Artificial
Añadió que «la IA es una herramienta de colaboración: te agiliza el trabajo, te automatiza tareas rutinarias… pero la IA fuerte, este robot que te contesta en base a tus emociones, tu lenguaje, que aprende de sus errores, ¿es una herramienta o un sujeto? ¿Y si es sujeto, tiene derechos? ¿Tiene patrimonio? ¿Y responde si provoca daños?».
-¿Y si genera otros software, a quién corresponde la propiedad de ese software que creó la IA?
-Son todas preguntas que estamos aprendiendo a responder.
Ruiz señaló que es importante «generar conciencia ética y buenas prácticas sobre el uso de la IA».
«En las reuniones que tuvimos, que se repiten el primer miércoles de cada mes a las 15:30, yo planteo: las máquinas son circuitos que se conectan entre ellas. Conectémonos entre colegas para ser mejores que las máquinas».
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