Los golpeados por policías se autolesionaron con cubiertos de plástico: es la hipótesis de la defensa

El abogado particular machacó con la pregunta a comisarios que declararon en la audiencia del juicio por apremios que se realiza en Neuquén. Este viernes serán los alegatos.

¿Los detenidos en la comisaría reciben una vianda? ¿Con cubiertos de plástico? ¿Con esos cubiertos rotos se pueden autolesionar? ¿Es cierto que los detenidos se autolesionan para entorpecer el trabajo de los policías?

Ese fue el tenor de las preguntas que formuló a los testigos en la audiencia de este jueves el defensor de los policías Miguel Ángel Morales, de 39 años, y Sebastián Andrés Chavarría, de 31, acusados de provocarles lesiones leves y graves a tres jóvenes que fueron detenidos tras un robo. A uno le fracturaron una costilla, y a otro le tatuaron en la espalda el número «41», en referencia a la comisaría en la que trabajaban los imputados. Ellos se hacían llamar «Freddy» (Krueger) y «Jason» (de la saga Viernes 13).

El abogado Marcelo Sterz tiene una gran ventaja en el juicio oral. Como informó Río Negro, por un error procesal no fueron incluidos como testigos cuatro médicos y médicas que iban a declarar sobre la intensidad y el origen de las lesiones que sufrieron las víctimas.

Cuenta además a su favor con que no hay testigos presenciales de la paliza: los vecinos del sector donde detuvieron a las víctimas el sábado 29 de marzo del 2019 a las 21 no pudieron o no quisieron aportar nada, y el personal de la comisaría 41 se cuidó de no declarar nada comprometedor en contra de sus colegas.


La cámara de vigilancia


Otro dato que beneficia a la defensa es que la cámara de vigilancia de la comisaría del barrio Don Bosco II, escenario de los hechos, no funcionaba esa noche. Y en caso de haber estado operativa de nada hubiera servido, porque apunta hacia la puerta de la oficina de informática, que está cerrada todo el día. Qué sorpresa.

Sólo dos de las víctimas señalan a los imputados como autores de los golpes. El herido más grave no pudo declarar porque -también por un error del proceso judicial- equivocaron los nombres: citaron a su padre y no a él.

Aunque a la fiscal Valeria Panozzo le desarbolaron su nave de pruebas, todavía le quedan elementos para mantener a flote una mínima acusación y es lo que hará en su alegato de este viernes. Después de todo, los tres jóvenes estaban ilesos hasta el momento de su detención, y varios testigos los vieron lesionados después de ello.

De modo que los autores de las lesiones fueron policías; el desafío para la fiscalía es demostrar quiénes. Algunos elementos le quedan como para fundar un alegato y pedir declaración de responsabilidad de los imputados Morales y Chavarría. Incluso hay un antecedente: un tercer imputado ya reconoció su responsabilidad y fue condenado a tres años de prisión en suspenso.


La hipótesis de la autolesión


El defensor Sterz corre con ventaja por los errores no forzados que cometió la acusación. Para no dejarle ningún resquicio a la fiscalía, en la audiencia del jueves intentó instalar la hipótesis de que las tres víctimas se autolesionaron. Es un remanido argumento policial para evitar denuncias por apremios, vejaciones y delitos similares.

Por eso les preguntó a los testigos policías si es habitual que los detenidos se lastimen a sí mismos para molestar y entorpecer las investigaciones. Y planteó: «¿pudieron autolesionarse con los cubiertos de plástico de la vianda?». Cuando vienen en racha ganadora, algunos creen que todos sus saques serán aces.

Los alegatos comenzarán a las 10:30 en la Ciudad Judicial. El veredicto estará a cargo del tribunal integrado por Carina Álvarez, Florencia Martini y Lucas Yancarelli.


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