Perales, acusada de instigar el femicidio, el personaje más intrigante del clan Monsalve

Este martes le renovaron la preventiva por cinco meses. En el Tribunal Superior está pendiente de resolución su pedido de prisión domiciliaria. ¿Qué rol le atribuyen la fiscalía y la querella en el femicidio?

Ana María Perales (35) cumplió el rol más controvertido dentro de la banda involucrada en el femicidio de Agostina Gisfman (22): está acusada de ser la instigadora. Es decir, sería la que influyó sobre el resto de la banda, en especial sobre su marido Juan Carlos Monsalve (48), para que asesinaran a la joven de Cipolletti cuyo cadáver calcinado apareció en Neuquén. En una audiencia realizada este martes le extendieron la prisión preventiva hasta diciembre.

La mujer, enfermera, fue detenida en una segunda etapa de la investigación: la apresaron el 1 de diciembre del 2021. Junto con ella cayeron Enzo Monsalve (33) y Maximiliano Zapata (23), considerados cómplices. Su marido estaba preso desde el 25 de mayo junto con Alejandro Chianese (56). El femicidio ocurrió el 14 de mayo del 2021.

Hasta ahora se sabía poco sobre Perales. En la audiencia de hoy se pudo conocer con mayor profundidad el rol que le atribuyen antes y después del femicidio.

La hipótesis de la fiscalía es que en abril la mujer se enteró de que Monsalve le había sido infiel con Agostina y lo instigó a que la matara como única forma de reparar el conflicto matrimonial que esa relación provocó. Como su esposo no cumplía la orden, el 11 de mayo abandonó la vivienda familiar que ambos ocupaban en Centenario y se fue con sus padres a San Javier, cerca de Viedma, en Río Negro.


Amenazas a vecinos


La asistente letrada de la fiscalía Guadalupe Inaudi informó en la audiencia de hoy, ante el juez de Garantías Mauricio Zabala, que dejar en libertad a Perales implica riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación.

Sobre esto último, reveló que amenazó a sus vecinos en Centenario para que borren el registro de sus cámaras de vigilancia, porque quedó grabado que desmantelaron la vivienda luego del femicidio para mudarse a San Javier, esta vez con el grupo familiar completo.

En la localidad rionegrina ayudó a lavar la Chevrolet Tracker que su marido alquiló en Neuquén y dentro de la cual los investigadores encontraron gran cantidad de rastros de sangre, lo que hace presumir que en el interior del vehículo apuñaló a la víctima hasta causarle la muerte.

La asistente letrada agregó que Perales no tiene arraigo, ya que durante el tiempo que estuvo libre luego del crimen, se movió entre Centenario y San Javier. Además cambió de teléfono y renunció a su trabajo.

Pidió que se tenga en cuenta la proximidad del juicio por jurados -se suspendió por el grave estado de salud de Monsalve- y que la mujer podría ser condenada a prisión perpetua, lo que aumenta el riesgo de fuga para no cumplirla. Pidió que le extiendan la prisión preventiva por 5 meses.

El querellante Iván Chellia, quien representa a la expareja de Agostina, adhirió al planteo.


Tardía defensa


Perales tiene dos abogados particulares. Esta vez la asistió Martín Espejo, quien llegó media hora tarde a la audiencia. Pidió disculpas, adujo que había tenido un accidente el fin de semana y que su colega no está en la provincia. El juez Zabala lo amonestó levemente, le pidió que la próxima vez avise con anticipación. En la sala había familiares de la víctima, que soportaron la espera con estoicismo.

El abogado negó que Perales haya amenazado a vecinos, negó que carezca de arraigo, negó que haya cambiado de teléfonos y sólo aceptó que renunció a dos de sus trabajos, porque de los otros dos la echaron cuando fue detenida.

Espejo recordó que un Tribunal de Impugnación le concedió la prisión domiciliaria a Perales, quien tiene un hijo de 4 años. La medida fue impugnada por la fiscalía y la sala penal del Tribunal Superior de Justicia tiene que resolver.

Ya pasó más de un mes sin novedades -el legajo ingresó el 29 de mayo- y las consultas que hizo hoy Río Negro en el Tribunal no recibieron respuestas categóricas sobre cuándo se expedirán los vocales.


Un juicio sin fecha


El abogado se opuso a la extensión de la prisión preventiva y pronosticó: «este juicio no se va a realizar en cinco meses», sin dar más precisiones.

Por ahora, la fecha del juicio está atada -principalmente- al estado de salud de Monsalve, quien sigue internado en el Castro Rendón. A causa de su diabetes le amputaron las dos piernas a la altura de las rodillas, y además padece problemas cardíacos.

La audiencia se cerró con el pronunciamiento del juez Zabala quien hizo lugar al planteo de la fiscalía, de modo que extendió la prisión preventiva de Perales por cinco meses. Así, llegará presa hasta diciembre, y cumplirá un año detenida sin juicio. La causa fue declarada compleja, de modo que aún la pueden mantener privada de la libertad otros seis meses más.


Ana María Perales (35) cumplió el rol más controvertido dentro de la banda involucrada en el femicidio de Agostina Gisfman (22): está acusada de ser la instigadora. Es decir, sería la que influyó sobre el resto de la banda, en especial sobre su marido Juan Carlos Monsalve (48), para que asesinaran a la joven de Cipolletti cuyo cadáver calcinado apareció en Neuquén. En una audiencia realizada este martes le extendieron la prisión preventiva hasta diciembre.

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