Vargas: «Nunca perdimos la certeza de que Paine acabó con la vida de Micaela»

El padre de los hijos de Micaela Bravo se refirió a la sentencia por el homicidio de la joven. En un primer momento, fue investigado por la justicia.

El juez Marcos Burgos declaró a Angélica Paine «autora responsable» por el homicidio simple de Micaela Bravo y de inmediato, la fiscal Jefe Betiana Cendón se acercó a la madre de la joven para abrazarla. El llanto fue incontenible. La escena se extendió por algunos minutos en la sala principal de Tribunales que poco a poco, volvió a quedar desierta.

El juicio comenzó el pasado 6 de junio, con gran cantidad de testigos y recién este jueves, se conoció la sentencia. Resta ahora esperar la audiencia de cesura donde se conocerá la pena.

«Esperábamos esto«, confió Patricio Vargas, el exesposo y padre de los hijos de Micaela Bravo, la joven que fue asesinada el 23 de marzo del 2016. Su cuerpo fue encontrado días después en un descampado de la avenida Juan Marcos Herman.

En un primer momento, cuando la causa estaba en manos del entonces fiscal Eduardo Fernández, el foco de la investigación apuntó hacia este hombre que luego, se presentó como querellante.

La familia y amigos de Micaela Bravo durante la lectura de la sentencia. Foto: Marcelo Martínez

«Pasamos tantas cosas, tanto la familia como los allegados. Nunca perdimos la certeza de que esta mujer había asesinado a Micaela, que esta mujer acabó con su vida por sus ideas o lo que ella pensaba», agregó el hombre respecto a la condena de Paine, la madre del novio de la joven que nunca avaló la relación.

Vargas se refirió especialmente al trabajo de Cendón: «No tengo palabras de agradecimiento para ella y su equipo de trabajo, que hizo un trabajo excelente. Es impresionante lo que hicieron. Muchas horas de trabajo. Estamos contentos porque se logró justicia por Micaela. Si ella hubiera tenido el caso desde el primer día, las cosas hubieran sido muy diferentes».

Angélica Paine fue declarada responsable por el crimen. Foto: Marcelo Martínez

Vargas fue más allá: «Siempre dije: si tienen que investigarme a mi, que lo hagan. Pero cuando terminen conmigo, miren a esta señora. Me decían: ‘No, si esta señora vende manzanitas’. Porque era una señora chica no podía cometer un crimen».

Al retirarse de la sala de Tribunales, señaló que más allá de la sentencia, «mis hijos no tienen a su mamá, la mamá de Micaela no tiene a su hija. Pero hoy, por fin, tuvimos una respuesta».


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