La «batalla de la salchicha»

Las regiones se pelean antes de la Fiesta de la Cerveza.

MUNICH, Alemania, (DPA).- La edición de este año de la popular Fiesta de la Cerveza de Munich, que será inaugurada hoy, estuvo precedida estos días por una batalla entre carniceros en torno de la salchicha blanca o «Weisswurst», componente esencial del desayuno obligado para aplacar la resaca.

La «Asociación de Protección de la Weisswurst de Munich» ha interpuesto una demanda para que la famosa denominación sólo pueda ser empleada cuando la salchicha provenga de la capital bávara y su entorno. Sin embargo, la Unión de Carnes de Baviera se ha opuesto alegando que el área es demasiado restringida.

Los carniceros bávaros defienden lo que califican de «Ecuador de la salchicha blanca», una vasta región a lo largo del río Danubio que permitiría también a los franconios y suabios de Baviera el uso de la apelación de origen.

La decisión final correrá por cuenta de la Unión Europea en la distante Bruselas. «Habrá que constatar si la región escogida es correcta.

Lo que propone la Unión es descabellado desde el punto de vista geográfico. No se podría hablar de la salchicha blanca de Munich», argumenta Diane Nickl, portavoz del bloque muniqués.

Este no es el primer debate que se suscita en Alemania por la denominación de origen. El año pasado, Hamburgo y Berlín se pelearon por el certificado de la «Currywurst», la salchicha con ketchup y polvo de curry. Los carniceros de Munich insisten en que su disputa no se basa en un mero patriotismo local, sino que están en juego la calidad del producto e intereses económicos.

La primera receta oficial de la «Weisswurst» data de 1972. La salchicha debe estar compuesta de por lo menos 50 por ciento de carne de ternera,panceta, perejil, jugo de limón, grasa, cebollas y hierbas.

Tradicionalmente, la salchicha debe ser comida antes de las 11 de la mañana -se dice que sienta mejor-, acompañada de la típica mostaza dulzona, un brezel (rosquilla salada) y, por supuesto, una cerveza.

Los turistas no serán propensos al consumo de tal desayuno, pero el número de lugareños que lo disfrutan con devoción es sorprendente.

Estos ritos no asombran en Baviera, una región que cultiva mucho sus tradiciones, como la espitada del barril inaugural.

La primera «Oktoberfest» fue celebrada en el año 1810 con motivo de la boda del príncipe heredero Luis de Baviera con Teresa de Sajonia. Los festejos comienzan el tercer sábado de setiembre con la espitada (apertura) del barril por el alcalde de la ciudad.

El año pasado, unos 6,3 millones de visitantes acudieron a los «campos de Teresa» para beber 6,1 millones de litros de cerveza.

Este año, otros tantos buscarán aliviar la resaca devorando cientos de miles de salchichas, sin importarles realmente qué nombre oficial lleven.


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