La clínica de Cutral Co se reinventa a través de la cooperativa de sus trabajadores

La cooperativa conformada por exempleados de la clínica Cutral Co busca ahora hacer frente a las dificultades y empezar a funcionar como un servicio de día. Ya como Creer Salud avanzan con los trámites para obtener la matrícula que los habilite como establecimiento sanitario con atención de día. Mientras tanto, están abocados a reacondicionar el edificio que les fue cedido en compensación de la deuda que mantenían los antiguos dueños de la única clínica privada que quedaba en la ciudad.

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En la zona de consultorios externos, que tiene ingreso por la calle San Martín, se encuentran algunos de los trece integrantes de la flamante cooperativa. Pintan, limpian, ordenan, tratan de que el deterioro en el edificio no se profundice. En estos días, recibieron donaciones de pintura, materiales y elementos de limpieza. La puesta a punto la llevan adelante para que, cuando salga la matrícula que los habilita como clínica de día, esté todo listo.

Son Roberto Reyes, Anahí Ferragut, Ángela Jaramillo, Néstor Cofré, Valeria Baro, Graciela Enríquez, Daniela Huenipi, Lorena Lagos, Susana Cerda, Cecilia Ponce, Gabriela Zurita, Martín Saavedra, Ariadna Cicerchia. Trece de los veintidós empleados que aceptaron el desafío de transformarse en socios de la cooperativa.  

“Siempre se buscó la manera de salir adelante, con altibajos, buscando ayuda. Algunos haciendo changas para subsistir a la situación. Pensamos, en un momento, que nos iban a tener en cuenta ante la lamentable pandemia porque estaba el edificio y el recurso humano, pero no fue así”, explica Analía Ferragut. Escucharon promesas y anuncios en ese sentido, que finalmente no se concretaron nunca. La última posibilidad que analizaron fue conformarse en cooperativa. “No encontrábamos una salida o ayuda para volver a trabajar”, acotó.

La decisión, después de analizarla entre todos, fue aceptar la idea a fines de julio. El conflicto con los dueños de la clínica privada, cuyo último gerente fue Ricardo Corradi –exvicegobernador- y un poco antes el actual ministro de Ciudadanía, Ricardo Corradi Diez se había iniciado más de un año atrás.

La falta de pagos en los sueldos y el atraso en los aportes, tuvo un impase cuando se firmó un acuerdo con la empresa CMIC, que se hizo cargo de la administración. Sin embargo, en diciembre de 2019, les dijeron que no podían continuar.

Sin poder cobrar el sueldo de ese mes, ya iniciado el 2020 comenzaron con las medidas de fuerza. Las deudas en los servicios fueron insostenibles y primero cortaron el gas y luego la energía. Ese fue el momento en el que el escaso plantel médico que quedaba se fue por no tener condiciones mínimas para trabajar.

Cuando se decidieron a ser una cooperativa, los socios mayoritarios de la clínica Cutral Co resolvieron en asamblea cederles el edificio de San Martín y Sáenz Peña como compensación de la deuda.

Hoy, Creer Salud la conforman administrativas, personal de maestranza, mantenimiento, técnicas en rayos y una enfermera: diez mujeres y tres hombres.

“Fue un logro para nosotros. Es una nueva etapa, enfrentar todo en otro contexto: no como empleados sino como dueños”, explican. El año que estuvieron en conflicto, hizo que el edificio empezara deteriorarse así que ahora están afrontando los costos que implica ponerlo en marcha, aunque no cuentan con los fondos para hacerlo. “Lo que no queremos es cometer el error de empezar con deudas por eso pedimos ayuda y gestionamos”, aclaran.

Mientras esperan la matrícula y posterior habilitación de salud pública, ya conversaron con médicos para que puedan ofrecer la atención en consultorios.

“Son muchos miedos que sabemos que tenemos que enfrentar y aprender mucho. Hay muchas cosas que no hacíamos. Veníamos, cumplíamos el servicio y nos íbamos. Ahora tenemos que cambiar la mentalidad. Somos todos dueños y las decisiones las tomamos en conjunto pero tenemos que enfrentar el nuevo desafío y predispuestos a aprender y a tener otra mirada. Nos cuesta caer que somos dueños”, señalan.

El mayor apoyo que sintieron las y los trabajadores de esta ahora cooperativa, en los momentos más críticos fue el de la comunidad. Les daban aliento, colaboraban con donaciones, concurrían a los eventos que organizaban. Los comerciantes y diferentes partidos políticos o referentes, los acompañaron en este proceso.

Ahora, con la mirada puesta en lo que vendrá tienen como objetivo que el lugar brinde el servicio de clínica de día, con la atención de especialidades de las que no se encuentren en la zona y que obliga a los pacientes a viajar a Neuquén.

“Siempre estamos con la idea fija de resurgir y volver a tener nuestros puestos de trabajo”, cuentan. No fue fácil, en especial para sus familias, por lo que ese apoyo lo agradecen más.

Cuando funcionó la clínica llegó a tener terapia intensiva de adultos, guardia de 24 horas, servicios de neonatología, pediatría, había convenio con salud pública.

“Somos agradecidos y somos conscientes de lo que se viene”, aclaran. En este contexto, las expectativas son muchas, pero con miedo. La mayor es que los médicos vuelvan a atender, que haya el movimiento de personas que supo tener en otras épocas. “Había pacientes todo el tiempo. Trabajábamos todo el día a full y queremos recuperar eso”, concluyeron.